Esto es lo que le escribí a una muy joven persona que se puso a llorar porque se sintió menos inteligente que sus compañeros de estudio:
-Siempre hay alguien que sabe más que tú querid@ ( según lo que yo pienso)
Sé humilde, agacha el moño, empieza desde dónde estás de verdad y: aprende de verdad...Acepta que no sabes lo que no sabes, olvídate de las miradas externas y exigencias sociales. Ya no serán los profesores o maestros que te exigirán: serás tu misma. Estudia duro sé implacable y amorosa contigo misma; te puede tomar tiempo. Progresa paso a paso, un milímetro cada día. Rézale a tu divinidad interna, prográmate viéndote lográndolo. Aunque te tome más que otr@s, no te compares, tómale cariño al camino y a tus pasos, enamórate locamente, apasionadamente de ellos; da tu sangre (imaginaria) ,tus latidos, pon todo tu cuerpo, tu alma y espíritu; todo lo que puedas sin retenerte, hasta el cansancio sagrado... Y cuando te hayas entregado como amante: tanto, tanto, tanto que no puedas dejar de hacerlo y, que el tiempo-espacio se te han olvidado. Y si ya, lo que estudiabas se convirtió en tu vía sagrada de vida: TU VIDA, tu danza, tu canal de realización transpersonal; entonces-quizás, ya serás:
maestra de maestr@s…
luz para ti linda.