jueves, 31 de enero de 2013

"Como Sanan Nuestros Ancestros".


Según los ancestros de diferentes partes de nuestro mundo, 
nuestro cuerpo es sintiente y pensante. 
Por ejemplo en el caso de los ancestros de las tribus australianas, 
cuando una persona se hiere o enferma,
 la tribu se reúne a su alrededor junto con el enfermo 
y le canta pidiéndole perdón a la herida o parte afectada. 
Y esta entra automáticamente en remisión y se dan curaciones milagrosas.


Lo mismo ocurre en las asombrosas curaciones de los kahunas 
o médicos magos hawaianos, estos entran en oración directa con la parte afectada 
pidiéndole perdón. En un acto de oración donde se involucran ellos, 
el paciente y todas las vidas durante las cuales ellos se han encontrado
 e involucrado con esa persona, y se dan curaciones consideradas milagrosas.

En el conocimiento ancestral Inka, todo es reciprocidad. 
Uno enferma cuando se llena de energía pesada o “hucha”, 
por tener actitudes egoístas y no dejar fluir el “sami” o energía ligera. 
Por ello en las curaciones se pide a la a la parte del cuerpo que se armonice 
con la pachamama y permita que el bloqueo de se equilibre. 
Y la persona sana.

En el caso de los Lakotas en el norte, al cuerpo se le habla
 para informarle que una medicina va a curarlo, y a la medicina también. 
Y lógicamente las personas sanan.

Como vemos, tomando algunos casos de medicina ancestral,
 llegamos a una interesante conclusión: 
Los ancestros aceptaban a las partes de nuestro cuerpo 
como un ser completamente inteligente y autónomo del cerebro,
eso durante los últimos siglos se tomo como franca superchería o superstición, 
pero veamos ahora los descubrimientos más recientes de la ciencia, 
te vas a quedar estupefacta(o).

La sabiduría del cuerpo es un buen punto de acceso
 a las dimensiones ocultas de la vida: es totalmente invisible, pero innegable. 
Los investigadores médicos empezaron a aceptar este hecho
 a mediados de los años ochenta.
Anteriormente se consideraba que la capacidad de la inteligencia 
era exclusiva del cerebro, pero entonces se descubrieron indicios de inteligencia 
en el sistema inmune y luego en el digestivo.