martes, 18 de enero de 2011

No Importa Como Seamos Por Fuera, Todos Tenemos Una Parte Masculina Y Otra Femenina En El Interior


Dígame algo que nadie suele percibir en las relaciones.

Todos, con independencia del sexo, tienen una parte femenina y otra masculina en su interior. Algo que queda representado en los arcanos mayores del tarot, donde la mitad son femeninos y la otra mitad masculinos. Los signos astrológicos también presentan esta misma relación, hay seis signos femeninos y otros tantos masculinos. Incluso en el tao una mitad es masculina y la otra femenina, con el añadido de que hay una porción pequeña masculina en la parte femenina y viceversa.

Si todo esto parece tan claro ¿Dónde reside el problema? ¿Por qué tenemos tantos problemas en las relaciones?

El problema principal se presenta en el encuentro con los elementos masculinos y femeninos interiores. Como dice Cristóbal Jodorowsky, resulta imposible acceder a la propia masculinidad cuando la mujer interior es despreciada, ni acceder a la feminidad si el hombre interior es desvalorizado. El hombre y la mujer auténticos saben respetar a su complemento.

¿Qué consecuencias podría tener las creencias de la familia sobre esta “convivencia” interior de los dos sexos?

Los efectos pueden ser muy variados, pero he aquí dos casos frecuentes:

-Para las chicas que generalmente las mujeres de la familia le han enseñado que el hombre es un ser repudiable (“los hombres sólo piensan el lo mismo”, “todos los hombres son iguales”…), bloquearán la evolución su parte interna masculina y, o quedarán emparejadas a mujeres de la familia o a mujeres que las representen, o se unirán a hombres que confirmen la visión familiar de la masculinidad, es decir, con hombres que hagan méritos para ser repudiados.

-Para los chicos a los que se le enseñan a anular su parte femenina, (como dice la canción, “los chicos no lloran, sólo pueden pelear”), se unirán a grupos de hombres con estos mismos principios, o puede también que se unan a parejas exageradamente emocionales, o caricaturas de mujer, que compensen lo que ellos tienen prohibido, pero a las que no se les estará permitido “ocupar el lugar del hombre”, o “ponerse los pantalones”.

¿Y hay alguna solución?

Desde la psicogenealogía se analizan los árboles paterno y materno, recordando que todos somos el producto de esta doble herencia. A continuación se tratará de resolver las dificultades de comunicación realizando ejercicios que vayan en la dirección de contactar con las energías arquetípicas masculinas y femeninas; así mismo, puede ser necesario deshacer contratos limitantes que bloqueen el conocimiento, la aceptación, el contacto y la evolución de estos dos elementos interiores, el femenino y el masculino.

Plano Creativo.