“Todo lo que se crea solventa algún problema”, Mike Murdok.
Tus ojos ven, tus oídos oyen, tu nariz huele. Los médicos resuelven problemas médicos, los abogados resuelven los problemas legales. Tu camisa te mantiene caliente, tu reloj te indica el tiempo. Los aviones te permiten desplazarte más rápido, todo lo creado resuelve un problema.
Y todos hemos nacido con la habilidad de resolver cierto tipo de problemas. Encontrar esta habilidad te acerca a tu propósito de vida. A aquello que tú puedes aportar y contribuir en este mundo.
El ser humano es creativo por naturaleza y necesita de los contrastes (comúnmente llamados “problemas”) para activar esta creatividad. Por eso se dice que tras todo problema se esconde una oportunidad. Y yo añadiría, gracias a los contrastes, a las cosas que no nos gustan, se activa nuestro ingenio para transformarlas en cosas que nos gusten; en soluciones a problemas. La evolución de la Humanidad es un continuo ejemplo de ello. Cualquier cosa que veamos a nuestro alrededor creada por el hombre, antes fue sólo una idea nacida con la intención de solventar un problema. Sin entrar a juzgar si lo creado solucionó o empeoró la situación en particular, según nuestro punto de vista subjetivo.
¿Y cómo puedo conocer mis habilidades para resolver "problemas"?
Te animo a tomar lápiz y papel y anotar las respuestas a las siguientes preguntas. No importa si no conoces las respuestas de todas ellas; contesta lo mejor que puedas en este momento. Las respuestas a estas preguntas son señales que te indican el camino hacia tu propósito de vida.
1. ¿Qué te encanta hacer?
Tu Propósito está directamente relacionado con lo que te gusta. Las personas con Propósito en el mundo pasan su tiempo haciendo lo que aman. Bill Gates ama las computadoras, a Oprah le encanta ayudar, y Edison amaba inventar. ¿Qué te gusta?
¿Es la lectura, la escritura, practicar deportes, canto, pintura, negocios, ventas, hablar, escuchar, cocinar, arreglar las cosas rotas?. Cualquier cosa que ames hacer, está directamente relacionado con tu Propósito.
Sea lo que sea que ames hacer, escríbelo. Puedes comenzar la frase poniendo “Amo/Me encanta…(hacer esto o aquello)
2. ¿Qué haces en tu tiempo libre?
Hagas lo que hagas en tu tiempo libre es un signo de tu Propósito. Si te gusta pintar en tu tiempo libre, entonces eso es una “señal”. Si te gusta cocinar, entonces eso es una “señal”, si te encanta hablar, entonces eso es una “señal”. Sigue las indicaciones.
¿Qué haces en tu tiempo libre? ¿Qué te gustaría hacer si tuvieras más tiempo libre? ¿Enseñarías danza a una clase o un curso de negocios?
3. ¿De qué te das cuenta?
Un vendedor de anuncios se da cuenta cuando un anuncio no vende, una peluquera nota el pelo fuera de lugar, un diseñador se da cuenta de un mal cosido, un mecánico escucha algo mal en su coche, un cantante se da cuenta si alguien desafina, un orador se percata de un discurso pobre…
¿De qué te das cuenta tú fácilmente?
¿Qué te llama la atención cuando algo no funciona correctamente?
Sea lo que sea, anótalo.
4. ¿Sobre qué te encanta aprender?; ¿sobre qué te gusta hablar?;¿qué harías gratuitamente?.
Es cocinar, los deportes, enseñar,…anota tus respuestas.
5. Si pudiera ver tu librería; ¿qué libros encontraría en ella?
Si encontrara 100 libros sobre derecho, quizás esa es tu pasión. Si encontrara 200 libros sobre educación infantil o coches o jardinería o música,…entonces probablemente deberías dedicarte a algo relacionado con ello.
6. ¿Qué despierta tu Creatividad?
¿Es la pintura, el diseño, la construcción, hablar, las ventas,…?
¿Qué despierta tu creatividad, ¿tienes ideas para recetas de cocina nueva, o un nuevo sitio Web creativo sobre automóviles?
¿Qué te resulta fácil?
Anota de nuevo tus respuestas.
7. ¿Qué cosas halaga de ti la gente?
¿Qué le gusta de ti a la gente? Si a nadie le gusta tu cocina, entonces probablemente no serás un buen chef.
¿La gente halaga tu escritura, o tu canto, o tu sorprendente capacidad para vender? Una vez más, esta es una señal de tu propósito.
8. ¿Qué harías si supieras que no puedes fallar?
¿Deseas iniciar un salón de belleza, crear un curso, iniciar tu propio negocio? ¿Qué harías si el éxito estuviese garantizado? Esto también sería una señal.
Ahora, tómate un tiempo para revisar tus respuestas a estas preguntas: ¿qué hay de común en ellas?.
Ahora, haz una lluvia de ideas sin analizar en demasía: escribe todo lo que se te ocurra sobre lo que una persona con esas habilidades podría dedicarse profesionalmente. Por ejemplo, si te gusta el canto: estrella de rock, profesor de canto, cantante de animación infantil, cantar en un coro profesional,…Si te gustan los coches: mecánico, diseñador industrial automovilístico, piloto de fórmula 1, vendedor de automóviles, etc…
De todo lo que escribas, finalmente, échale un vistazo general y marca con un círculo aquella actividad que más resuena contigo. Aquella que te podrías ver fácilmente haciendo el resto de tu vida. Aquella de la que te arrepentirías no haber intentado. Puede que quieras marcar más de una porque te resuenen con la misma intensidad. Está bien igualmente. Incluso, puedes tratar de combinar, unir las dos pasiones de manera original, creando, -quién sabe-, una combinación poco común y genuina.
¡Felicidades!,
si no lo habías hecho antes ya, acabas de descubrir tu propósito de vida.