“Mirar es bendecir, oír es bendecir, tocar, olfatear, gustar es bendecir”.
“Escuchas como un sacerdote en confesión, acompañas a la persona sin juzgarla, al final la bendices y perdonas. No es necesario ser sacerdote para que el ejercicio tenga un resultado positivo”.
Alejandro Jodorowsky.