Tenía el mismo nombre que sus dos abuelos. Uno de ellos había muerto 25 años antes de su nacimiento, por tanto imaginó que su nombre venía del otro, del que entonces estaba vivo. Un mago ilusionista le dijo que, como sucede con los secretos, lo que se esconde resulta más determinante que lo que está a la vista.
Le puso unos ejemplos:
“¿Escondes tu verdadera edad?
¿Ignoras uno de tus nombres compuestos?
¿Alguno de tus apellidos no está a la altura de tus expectativas y nunca lo nombras? ¡Es ahí donde debes mirar!”.
Comprendió que había valiosas enseñanzas en aquello que ocultamos a los demás. Es tanto el esfuerzo y la energía que utilizamos para que no salga a la luz, que solo cabe pensar en un tesoro de enormes proporciones enterrado en lo más profundo de nuestro inconsciente.
Alejandro Jodorowsky.
Imagen: Dariusz Klimczak
Marcela Paz.
Chile.
