Seguramente has escuchado alguna vez eso
de que las personas no cambian.
En realidad, las personas si cambian,
pero lo hacen cuando cambian sus creencias.
¿Qué es una creencia?. Una
creencia es lo que una persona cree que es posible o no es posible: son
ideas, convicciones, formas de pensar, percepciones o maneras de ver las
cosas. Si quieres llevar tu vida a otro nivel, tienes que estar
dispuesto a desprenderte de algunas de tus antiguas formas de pensar.
Modificar creencias limitantes
se relaciona directamente con la posibilidad de cambio, de libertad y
de aprendizaje. ¿Conoces la historia del elefante que cree que no puede
escapar?.
El primer paso para modificar nuestras creencias es reconocer que somos seres emocionales
que estamos determinados por nuestras creencias, cualquier creencia que
aceptemos se hace ley en nuestra mente y esta determinará nuestro
presente y nuestro futuro. Una vez que comprendas que tus creencias son
ley, podrás reconocerlas y cambiar las que te limiten, solo tienes que
estar atento a tus pensamientos y a tus palabras.
Tú eres el único que le da poder a lo que crees.
Nuestro sistema de creencias empieza a forjarse cuando somos niños,
en función de nuestro entorno, familia, amigos, colegio, televisión,
país, cultura, etc. Si a un niño le dicen muchas veces que es un inútil
porque siempre saca ceros en matemáticas, el niño no sólo creerá que es
inútil en matemáticas, es muy probable que se etiquete así mismo como
inútil para todo lo que haga en la vida. Otra creencia muy interesante
en personas que sufren dolor de rodillas (el dolor de rodilla está
relacionada con la sumisión) es: “si no hago lo que me dicen no me van a
querer”. Muchas de estas personas tienen una creencia fuertemente
programada en su infancia porque sus padres a menudo les decían: “si no
haces tal cosa no te voy a querer”, “si lloras no te voy a querer”,
“cuando te enfadas no te quiero”, etc.
Algunas creencias que enferman:
- Cuando llueve, siempre me resfrio.
- Comer dulces me da dolor de cabeza.
- Beber cosas frías me causan dolor de garganta”
- El aire acondicionado, siempre me irrita la garganta”
- Si levanto peso, me duele la espalda”
- Cuando me pongo nervioso siempre vomito.
- Cuando cambia la temperatura del ambiente, siempre estornudo.
- Si tomo café a partir de las 5 de la tarde, por la noche no puedo dormir.
Si detectas frases que contengan
“siempre”, estas ante una creencia y si tu la crees ten por seguro que
siempre te pasara. Pregúntate si te ha pasado siempre y visualiza un día
en el que no te haya pasado. Saber que no siempre te ha pasado te
ayudará a cambiar esa creencia.
Otras creencias, ahora sobre el llamado efecto placebo:
- Hasta que no me mande antibióticos, no me curaré.
- Siempre que me duele la garganta, termino necesitando antibióticos.
- Estoy mejor desde que me tomo las pastillas.
- Con esta medicación me baja mucho la tensión.
- Tengo diarreas y sé que cuanto el médico me ponga una inyección me curaré.
- Desde que voy al médicos de pago estoy mejor.
Hay personas que con solo ver la bata
blanca del médico ya se curan. Las creencias de efecto placebo son muy
populares y como todas creencias, muy poderosas. Utiliza tu poder mental
para cambiar creencias que te limiten por otras que sean más
beneficiosas para ti, cualquier cosa es susceptible de ser una creencia
que tú y solo tú puedes cambiar.
Todo lo que observas genera una
creencia. Todo lo que vives produce una creencia y en consecuencia una
emoción que genera un resultado.
Ábrete a la posibilidad de dudar, estar
abiertos a la duda es el complemento ideal para estar abiertos a crear
otras posibilidades. Considera si tu creencia ya no es útil en tu
realidad actual. Puedes preguntarte: ¿Cuál es el propósito y para qué ha
servido esta creencia? ¿Existen otros medios para lograr el mismo
propósito de una forma menos limitante y más enriquecedor?.
De acuerdo con los trabajos de Robert Dilts (un innovador en el campo de la PNL) las personas suelen limitarse, básicamente, con estos tres tipos de creencias negativas:
- Desesperanza: Te sientes desolado y sin esperanza porque crees que no es posible lograr nada.
- Impotencia: Sabes que es posible lograrlo pero crees que tu no tienes la capacidad o la fuerza necesaria par hacerlo.
- Demérito: Crees que tú no eres merecedor de las cosas buenas que percibes del mundo.
Todos sabemos de personas que parecían
tenerlo todo en su contra pero sin embargo creyeron en ellos mismos y
consiguieron sus propósitos por encima de numerosas contrariedades y
aparentes limitaciones. Para empezar a cambiar creencias te voy a dejar
una técnica de PNL extraída de la documentación de un
curso de experto en PNL de la Escuela de Inteligencias Múltiples.
Practica este ejercicio regularmente y tu vida empezará a cambiar.
- Escoge una creencia negativa y limitadora. ¿Es una creencia recibida de otras personas o es tuya propia?
- ¿Cuál es la intención positiva de esa creencia? (todo comportamiento encierra una intención positiva).
- ¿Cuál es la creencia opuesta positiva que quieres incorporar?
- ¿Cómo puedes mejorar tu vida aplicando la creencia positiva?
- ¿Cómo podría empeorar tu vida con esa nueva creencia?
- ¿Qué es lo mejor que te puede pasar si continúas con la vieja creencia?
- ¿Qué es lo mejor que te puede pasar con la creencia positiva?
Siempre tienes razón, así pues,
si quieres conseguir algo,
tendrás más posibilidades de lograrlo si
realmente crees
que puedes conseguirlo.
Tenemos un poder mental
maravilloso, lo que tú crees, lo vas a crear.