“Algunas veces los padres no pueden satisfacer el deseo de sus hijos (por ejemplo, se ven obligados a emigrar de un sitio que el pequeño ama, o a causa del divorcio se le separa de uno de sus progenitores, o no se tiene el dinero suficiente para regalarle lo que pide, o se muere un abuelo, etc.). Esto provoca una pena grande al niño, pudiendo encerrarse en sí mismo, perder el apetito, cesar de sonreír, etc. Para resolver estas situaciones, aconsejo:
Los padres deben fabricar un muñeco que se parezca al niño, provisto de un rostro exageradamente triste. Le dirán: «Ésta es tu pena. Vamos a sacarla a pasear. La llevaremos al cine (o a otro sitio que agrade al apenado). El niño deberá ir con el muñeco en sus brazos y sentarlo a su lado mientras ve la película. Si van a una heladería, puede frotar con su helado la boca del muñeco, etc. Al final de un día lleno de entretenimientos, siempre el niño habiendo cargado con su «pena», se atarán en el muñeco tantos globos rellenos de gas como sean necesarios para que, al soltarlos, el muñeco se pierda en las alturas. «¿Ves? Tu pena se va hacia el cielo. De ella se encargarán los ángeles. Ahora tú puedes estar contento».
Alejandro Jodorowsky, en “Manual de Psicomagia (consejos para sanar su vida)”, editorial Siruela.
http://planocreativo.wordpress.com/2009/03/27/quitar-la-pena-a-un-nino/