Ingredientes:
Garbanzos
Aceite
Condimentos: recomiendo sal, eneldo seco y pimentón ahumado. O sal, ajo y romero.
Preparación:
1. Cocinar. Si tus garbanzos están secos, deberías dejarlos la noche entera en remojo. Crecen bastante, así que lo recomendable es ponerlos en un bowl con el doble de agua que de semillas.
A la mañana ya se pueden cocinar en agua caliente hasta que estén blandos. Recomiendo usar una olla de presión, se hacen mucho más rápidos así. Una olla normal sirve igual. No hay que ponerle sal a esta altura, se cocinan mejor sin ella.
Para los amigos con menos ganas de cocinar siempre existe la opción de las latitas, en ese caso van directo al paso 2(Igual vale decir que cuanto más fresca la comida, mejor)
2. Dorar. Primero que nada hay que precalentar el horno. El fuego tiene que estar un poco fuerte, los garbanzos ya están cocidos, solo queremos que se doren.
Ponemos los garbanzos en una bandeja con aceite y la metemos al horno. Es recomendable quedarse cerca y cada tanto mover un poco a los chiquillos para que no se quemen.
3. Condimentar. Cuando estén doraditos se sacan del horno. Ahora es el momento de ponerse creativos.
Mi opción favorita es la de eneldo seco, pimentón ahumado y sal. El pimentón ahumado es un invento de los dioses y queda bien en prácticamente todo.
La otra opción que está buena es el ajo y el romero. En este caso el ajo y el romero se agregan cuando los garbanzos están en el horno, queremos que el ajo se dore un poquito, y el romero también, pero que no se quemen. Por eso los debemos agregar casi al final.
Preparación:
1. Cocinar. Si tus garbanzos están secos, deberías dejarlos la noche entera en remojo. Crecen bastante, así que lo recomendable es ponerlos en un bowl con el doble de agua que de semillas.
A la mañana ya se pueden cocinar en agua caliente hasta que estén blandos. Recomiendo usar una olla de presión, se hacen mucho más rápidos así. Una olla normal sirve igual. No hay que ponerle sal a esta altura, se cocinan mejor sin ella.
Para los amigos con menos ganas de cocinar siempre existe la opción de las latitas, en ese caso van directo al paso 2(Igual vale decir que cuanto más fresca la comida, mejor)
2. Dorar. Primero que nada hay que precalentar el horno. El fuego tiene que estar un poco fuerte, los garbanzos ya están cocidos, solo queremos que se doren.
Ponemos los garbanzos en una bandeja con aceite y la metemos al horno. Es recomendable quedarse cerca y cada tanto mover un poco a los chiquillos para que no se quemen.
3. Condimentar. Cuando estén doraditos se sacan del horno. Ahora es el momento de ponerse creativos.
Mi opción favorita es la de eneldo seco, pimentón ahumado y sal. El pimentón ahumado es un invento de los dioses y queda bien en prácticamente todo.
La otra opción que está buena es el ajo y el romero. En este caso el ajo y el romero se agregan cuando los garbanzos están en el horno, queremos que el ajo se dore un poquito, y el romero también, pero que no se quemen. Por eso los debemos agregar casi al final.
(El eneldo, el pimentón, el orégano y otros condimentos se agregan al final, porque dorados pierden mucho el sabor)
El Comino evita los gases propios de estas comidas.
El Comino evita los gases propios de estas comidas.