viernes, 23 de noviembre de 2012

"La Magia del Agua"


Podemos beber el agua, higienizarnos con ella y regar nuestras plantas, evidente. El agua 

colma los mares, los subsuelos, las cumbres y los valles. Nuestro planeta azul es azul porque 
está embebido de agua aunque actualmente ese agua diste de ser pura y cristalina. La contaminación
de los mares, ríos y del agua del subsuelo es un hecho, y esa agua es la que está en las verduras
que tomamos y en el agua que bebemos. No sólo lo dicen los científicos y los ecologistas, es el
mismo agua que parece decírnoslo, en su lenguaje de cristales acuosos nos indica que ella es
sensible y que recoge toda la información del ambiente. Un investigador japonés nos lo

 presenta microscópicamente con maravillosas fotografías de cristales de agua 
de todo tipo.

Masaru Emoto nació en Yokohama en Japón y es doctor diplomado y licenciado en
Medicina Alternativa por la Universidad Internacional Abierta. Se ha dedicado a la investigación
de distintos tipos de agua, cogió agua corriente en Japón (Sapporo, Sendai, Tokio, Osaka, entre
otras) y también en el extranjero (Londres, París, Nueva York, Vancouver, Buenos Aires,
Manaos). Tomó muestras de agua de manantiales, de fuentes, aguas subterráneas, ríos,
lagos, pantanos y hielo del antártico. A través de un método de resonancia magnética, fotografió
todas esas aguas e hizo miles de fotografías, los resultados se ven a simple vista. Su hipótesis es
que los cristales del agua reflejan la esencia de ésta. Veámos su historia.

El mensaje cifrado del agua.
En 1994 Emoto tomó unas muestras de agua de una fuente de agua pura en Japón, congeló
unas pocas gotas, las examinó bajo un microscopio electrónico y las fotografió. Las fotografías
mostraron hermosos hexágonos cristalinos parecidos a copos de nieve. Emoto tomaría
entonces agua de un río contaminado, la congeló, fotografió unas gotas y comprobó que

 la imagen que aparecía en ellas no era un hermoso hexágono sino una forma desestructurada.
 Es como si el agua fuera sensible al entorno donde se halla.

Emoto nos quiere hacer ver a través de sus investigaciones que el agua no sólo recoge información
sino que también es sensible a los sentimientos y a la consciencia. Esa información se hacen
maravillosamente visible al cristalizarse el agua. Si los cristales de agua se deforman ante
cualquier mensaje, voz, sentimiento, música que se transmita en su entorno modificando su misma
estructura molecular realmente nos encontramos ante un descubrimiento espectacular porque,
entre otras, nuestro cuerpo tiene más de un 60% de agua en su estructura.

Un espejo de la consciencia.

En realidad Emoto parece ponerle un sello de autenticidad a una intuición que
teníamos todos, los que se presignaban con el agua bendita, los que bendecían la
mesa, los que ponían sus manos sobres los enfermos, los que cantaban delante
de alimentos para después comerlos ritualmente. Intuiamos que la consciencia
lo impregna todo y que hay sustancias, como el agua, extremadamente sensible
a las vibraciones, los sentimientos y los pensamientos que almacenan esa
información.


La vía terapéutica.

Nos hacemos una pregunta, ¿se puede utilizar esta cualidad del agua para utilizarla como
elemento sanador? ¿Qué pasaría si tomáramos agua viva, regenerada, imantada o dinamizada
diariamente?.
Él mismo nos dice en su libro que “pueden hacer factible el descubrimiento temprano

 de enfermedades, incluso con anterioridad a que se manifiesten de manera física”
Nos dice también que la más poderosa combinación de pensamientos en términos de capacidad 
de transformación y de sanación son ‘amor’ y ‘gratitud’ ya que al emitir estas palabras 
los cristales que aparecen son hermosos y armónicos. Desde este punto de vista las oraciones 
y las meditaciones pueden llegar a curar.

Entrevista.


Un día lluvioso esta primavera pasada de 2004, en Barcelona, hotel Colón, nos juntábamos
un grupo de interesados y periodistas para hablar con Emoto de su libro gracias a los
editores de Liebre de Marzo. Algunas de las preguntas las reflejo aquí.

¿Cuál es el proceso para fotografíar un cristal?.


Se hacen unas cincuenta muestras de agua y se sacan de 20 o 30 fotos de un cristal. Como
el tiempo que tenemos es breve se persigue a un sólo cristal entre todos los que hay. Ya que
sobre una gotita de agua pueden haber más de mil cristales. En realidad se produce un
encuentro entre el cristal y el observador que no se sabe porqué elige ese cristal entre cientos.

¿Se puede analizar el agua del mar?.


Con el agua del mar no podemos sacar cristales, no sabemos todavía por qué.

¿Cuál es el agua que bebe usted en casa?.


Bebo cerveza. (risas). Normalmente bebo agua depurada del grifo con agua que tiene vibración
que, en mi caso, me sirve para desintoxicarme de la nicotina.

¿Qué criterios tendríamos que tener a la hora de comprar agua embotellada?.


Todo el mundo me pregunta si tal o cual agua de beber es buena, yo con mucho respeto
prefiero callarme. Es difícil, es como decir que tú eres mala o buena persona.

¿Cuánto dura la modificación que se ha ejercido sobre el agua, cuándo se
desvanece la información nueva?.


Tiene que ver con la frecuencia de vibración que recibe el agua, si es frecuencia baja, media o
alta. Cuanto más alta más se mantiene esa información.

¿Puede haber alguna relación entre los astros y la cristalización del agua?.


El agua existe en el universo y se comunica con él. Por ejemplo, cuando la luna está llena podría
cambiar la estructura del agua.

¿Podemos saber a través del agua aspectos del pasado de nuestra tierra?.


En los glaciares, depende de la capa de hielo de extracción, podremos tener la información de
cuál era la calidad del agua en esa época.


                                                              Liebremarzo.com