sábado, 1 de enero de 2011
"Un Ejemplo de Confrontación".
Matías: Cuando yo era pequeño tuve una madre que siempre estaba molesta y distante. Pocas eran las veces que me daba cariño o abrazaba, no tuve una madre cariñosa. Me daba muchas libertades para hacer lo que quisiera pero yo sólo sentía que me estaba alejando. Como mis padres trabajaban en lugares distintos, yo siempre iba al negocio de mi padre a hacer mis tareas y a pasar la tarde. Aunque estaba con él, convivi poco porque él estaba trabajando y los dias que no trabajaba se ausentaba para andar tomado en algun bar de la ciudad. Me daba mucha vergüenza verlo ebrio… Escribo esto porque actualmente siento que no encajo en ningun sitio, soy un inadaptado social y siento que las mujeres que me gustan colocan una barrera y no he conseguido tener amistades en las que tenga confianza de expresar como soy y tampoco pareja… Actualmente mis padres han cambiado mucho: mi padre es un alcohólico rehabilitado y mi madre demuestra afecto, pero cuando me quiere abrazar o dar un beso en la mejilla siento un especie de repulsión o algo que me hace rechazarla. Y a mi padre todavia no lo logro ver como un arquetipo paterno. ¿Qué puedo hacer?
Alejandro Jodorowsky responde:
Matías, cuando un niño no es reconocido con cariño por sus padres, cuando no lo ven tal cual es sino que lo tratan en cierto modo como un extraño, es decir como lo que no es, este no los culpabiliza sino que se culpa a sí mismo por no tener las cualidades necesarias para obtener ese amor. Se desvaloriza. Crece pensando que no vale nada, que no encaja en ningún sitio, que nadie lo puede querer. Inconscientemente vive sintiendo que para valer algo necesita ser reconocido por los padres, cosa que estos no podrán hacer: lo que no le dieron en la infancia, nunca se lo darán. De nada vale que cambien más tarde, el mal ya está hecho, tú mismo lo has escrito así:”mi madre demuestra afecto, pero cuando me quiere abrazar o dar un beso en la mejilla siento un especie de repulsión o algo que me hace rechazarla.Y a mi padre, alcohólico rehabilitado,todavía no lo logro ver como un arquetipo paterno”.
Tu niño interior nunca podrá valorizarse a sí mismo. Lo tendrás que hacer tú, adulto. Tú tendrás que respetarte, reconocer tus valores, saber que eres necesario para el mundo. ¿Cómo? ¡Desarrollando tu conciencia! Para lo cual debes recuperar tu dignidad haciendo una confrontación con tus padres…
Debes citarlos en un sitio que no sea ni el territorio tuyo ni el territorio de ellos, de preferencia un parque público. Antes de encontrarlos tragarás una pastilla calmante. De ninguna manera debes perder la calma y ponerte agresivo. Les dirás, con toda objetividad:
“A pesar de que ustedes nunca se dieron cuenta, debo decirles lo que me hicieron.” (Hablas de la falta de cariño, la molestia que le causabas a tu distante madre,la indiferencia de tu padre, el sufrimiento que te daba su alcoholismo, etc).
Luego: “Esto es lo que yo sentí como niño” (Tu tristeza, tu desvalorización, la vergüenza ante los otros de ver a tu padre ebrio, etc.)
Luego: “Esto es lo que me provocó”. (Tu timidez, tu inadaptación, tu soledad, etc.) Luego: “Y esto lo que aún ahora me provoca”. (No puedes encajar en ningún sitio, eres un inadaptado social, no logras formar una pareja, desconfías de todos, no puedes ser padre).
Por último les dices:”Por todo esto que me han hecho, les exijo una reparación.” Entonces les pides un cheque por una gran cantidad de dinero. ¿Cuánto? Respóndete a ti mismo, Matías. ¿Cuánto deben pagarte por la vida que te han arruinado, cuánto deben pagarte por tu desvalorización, por tu neurosis social? ¡Es el momento en que te valores! ¡Puedes pedirles miles de millones! Ellos te deben dar un cheque simbólico.A ti te hace falta un reconocimiento de deuda por parte de ellos.
Si se niegan y no reconocen el daño que te hicieron, córtalos diciéndoles que hasta que no acepten todo lo que te deben por el daño que te hicieron, no los volverás ni a ver ni hablar. ¡Y así lo haces! Si no te firman ese cheque no merecen tu perdón… Si haces esto recuperarás tu autoestima y podrás comenzar a vivir como te lo mereces, intercambiando amor con los otros.
Alejandro Jodorowsky.
Marcela Paz.
Chile.