El mundo está lleno de personas que,
sin importar lo que hagas,
no les agradarás.
Pero también está lleno de personas
que te amarán:
esa es tu gente.
No eres para todos y eso está bien.
Habla con los que sí quieran escucharte.
Que les importas.
Que te buscan.
No pierdas tu tiempo
tratando de convencerlos de tu valor:
nunca querrán lo que das.
No los obligues a caminar de tu lado.
No eres para ellos,
ni ellos son para ti.
Desconozco autor/a.
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