YO PRIMERO. Qué agradables son esos días en los que amanece sintiéndose linda, de buen ánimo, con energía y una actitud positiva. Algunos dirán que es por las hormonas, la disposición planetaria o la estación del año, pero la verdad es que eso depende exclusivamente de cada persona. Vivir en paz y en armonía consigo misma es la clave para que todos la valoren tanto como usted.
Me quiere mucho, poquito, nada; me quiere mucho, poquito, nada... ¿cuántas margaritas se habrán deshojado con ese juego? Pero cuántas veces la pregunta habrá sido '¿cuánto me quiero yo?'. Pocas, seguramente pocas. Los especialistas coinciden en que la autoestima es un tema subvalorado entre las prioridades de las personas, pero que sin embargo es fundamental para disfrutar la vida y enfrentarse a ella con una actitud positiva.
Tiene sentido, si se considera que lo que somos es lo que proyectamos.
"La autoestima tiene gran impacto en los desempeños, es fundamental para el éxito y la adaptación social, así como para el encuentro con los demás. En términos generales se refiere a la experiencia y sensación de saberse y sentirse competente y valioso, lo que implica un sentido de confianza, aceptación y respeto por uno mismo", explica la psicóloga de la Universidad de Chile Paula Reyes.
Un poco de egocentrismo no le hace mal a nadie, pero conseguir esa imagen valiosa de sí misma no es tarea fácil; a diferencia de cuando alguien se enamora, y las hormonas se disparan por el cuerpo, o cuando se tiene hijos, y un amor instintivo le sale por los poros, aprender a quererse no surge con la misma naturalidad ni intensidad. "Estar contentas con lo que somos y tener una clara conciencia de nuestras fortalezas y debilidades es fundamental para abordar con confianza las dificultades que la vida nos plantea, asumir desafíos, sentir que somos oferta, que tenemos algo que entregar y que merecemos un buen trato", explica Reyes.
En este sentido, detenerse y mirarse en el espejo es fundamental. No para juzgar si está más delgada o gorda, o si su corte de pelo le asienta, sino que para observarse realmente en profundidad. Hacer esta introspección es vital para conocerse, evaluarse y, a partir de ahí, valorarse. Hay que cruzar la barrera de la apariencia física. "Las principales críticas de las mujeres son ellas mismas, y por lo general una mala autoimagen corporal desemboca en una baja autoestima. Por eso es tan importante tener una relación de bienestar con el cuerpo, no en términos de ser delgada o seguir algún canon de belleza, pero sí una relación sana", cuenta Tamara Muñoz, psicóloga del Centro Experiencial para el Desarrollo Humano.
El intento desesperado por agradar siempre al resto, además de desgastante, tiene poco que ver con lo que realmente necesita para vivir en equilibrio. "Muchas veces el juicio social tiene más peso que nuestros propios sentimientos, y eso no nos ayuda. Sentirse bien con quien somos tiene que partir de uno", agrega Tamara Muñoz. Pueden ser características emocionales, intelectuales o incluso físicas, pero cada quien tiene su 'fuerte' y la clave está en potenciar esos puntos. Teoría que reafirma la psicóloga Paula Reyes: "Es esencial aclarar que para lograr hacer un uso efectivo de estas capacidades, no es suficiente poseer dichas cualidades, necesitamos estar conscientes de ellas, pero por sobre todo valorarlas, sentir que son meritorias".
Confianza, seguridad y armonía consigo y el entorno, son algunos de los beneficios de conocerse, aceptarse y sobre todo quererse. "La capacidad para disfrutar, desarrollarnos y crecer depende en buena medida de cuán en paz estamos con lo que somos y cómo nos vemos", agrega Reyes. Esa tranquilidad de saber quién es y cuánto vale contribuye a relajarse y disfrutar más de la vida, despojándose de inseguridades y limitaciones que por lo general son autoimpuestas. Después de todo, si usted no se cree el cuento, ¿quién lo hará?.