«Convertirse en anciana tiene que ver con el desarrollo interior,
y no con la apariencia externa.
Una anciana es una mujer que posee sabiduría,
compasión, humor, valentía y vitalidad.
Es consciente de ser verdaderamente ella misma,
sabe expresar lo que sabe y lo que siente,
y emprender una acción determinada cuando es necesario.
No aparta los ojos de la realidad, ni permite que se le nuble la mente.
Puede ver los defectos y las imperfecciones en ella misma
y en los demás, pero la luz con la que los ve no es severa ni enjuiciatoria.
Ha aprendido a confiar en sí misma hasta saber lo que ya sabe».
Jean Shinoda Bolen.
y no con la apariencia externa.
Una anciana es una mujer que posee sabiduría,
compasión, humor, valentía y vitalidad.
Es consciente de ser verdaderamente ella misma,
sabe expresar lo que sabe y lo que siente,
y emprender una acción determinada cuando es necesario.
No aparta los ojos de la realidad, ni permite que se le nuble la mente.
Puede ver los defectos y las imperfecciones en ella misma
y en los demás, pero la luz con la que los ve no es severa ni enjuiciatoria.
Ha aprendido a confiar en sí misma hasta saber lo que ya sabe».
Jean Shinoda Bolen.