jueves, 15 de mayo de 2014

"Hábitos Que Dañan Nuestro Hígado".

¿Cómo saber si cuidamos correctamente de nuestro hígado? 
En ocasiones cometemos sin saberlo pequeños errores, o llevamos hábitos de vida 
que no son adecuados para la salud de nuestro cuerpo. 
El hígado es uno de los órganos más importantes y delicados: 
filtra toxinas, produce la bilis, transforma carbohidratos, proteínas, minerales y vitaminas… ¿Qué tal si aprendemos a cuidarlo un poco mejor?.

¿Qué aspectos pueden dañar a nuestro hígado?

Nunca está de más estar informados en estos temas. El hígado es un órgano imprescindible en nuestro organismo, las funciones que cumple son esenciales para nuestra salud, de ahí que en ocasiones, un pequeño fallo nos pueda producir consecuencias que notaremos de inmediato. ¿Quién no ha sufrido por ejemplo una pequeña inflamación?
Además, en caso de ya padecer alguna enfermedad hepática, es básico que conozcamos qué tipo de alimentación nos permitirá poder repararlo, liberarlo quizá de esa acumulación de toxinas o grasas que casi siempre lo enferman. ¿Qué tal si echamos un pequeño vistazo a esos hábitos que dañan nuestro hígado? Vamos allá.

1. Colesterol elevado

El colesterol es un tipo de grasa que el hígado sintetiza, y que nuestro organismo suele utilizar como energía para muchas de nuestras células. Se trata pues de un elemento en principio básico para muchos componentes de nuestro cuerpo. Pero debe haber un equilibrio. Porque el colesterol que no se utiliza, debe eliminarse, y es el hígado quien recibe estos excesos. De este modo, y debido a ese incremento fuera de lo esperable y útil en el hígado, acabaremos generando determinadas enfermedades hepáticas, como es por ejemplo el conocido hígado graso, una de las enfermedades más comunes entre la población según la OMS (Organización mundial de la salud)
Evita pues las carnes rojas, los alimentos con excesivas grasas, azúcares, la yema de huevo, los alimentos muy sazonados… sutitúyelos por verduras, fibra, vegetales, granos integrales…

2. Dormirse y despertarse tarde

¿Sorprendido/a? Seguro que sí. De pequeños nuestros padres siempre nos decían que debíamos acostarnos pronto, una costumbre que a medida que vamos creciendo vamos dejándola de lado bien por gusto, o bien por obligaciones. La realidad es que nuestro cuerpo está diseñado para que en ciertas horas de la noche, se lleven a cabo determinados procesos de desintoxicación. Nuestro sistema linfático, por ejemplo, efectúa su desintoxicación en primer lugar. Sobre las doce y las dos de la madrugada, el hígado efectúa la suya. Son procesos que se llevan a cabo de modo adecuado solo cuando estamos profundamente dormidos. Si rompemos estos ciclos naturales de nuestro organismo de modo habitual, lo acabaremos sintiendo. Intenta en la medida que puedas seguir un horario y, ante todo conseguir un descanso reparador.

3. No orinar por la mañana

Seguro que esto también te sorprende. Pero hay personas que se levantan con mucha prisa y salen de casa con la idea de desayunar o tomar un café en el trabajo, y entonces allí, buscar un baño para evacuar con tranquilidad. Es una costumbre peligrosa. Aguantar las ganas de orinar no solo puede dañar nuestro hígado, también nuestros riñones. ¡No lo hagas nunca!

4. No desayunar

Cuando nos levantamos, nuestras reservas energéticas de glucosa están muy bajas. Es un estado que afecta a nuestro hígado, que le impide obtener energía para cumplir sus funciones esenciales. Son también muchas las personas que, o bien ayunan para bajar de peso (gran error), o bien porque tienen prisa, descuidan el importante momento del desayuno. No lo pases por alto,  no olvides esta parte indispensable de tu nutrición, tu organismo, tu hígado y tu cerebro, necesitan este aporte de energía esencial para empezar el día. 

5. Mala alimentación

A veces es por falta de tiempo. Por nuestro trabajo u obligaciones. Nos es más fácil recurrir a la comida rápida o industrial porque nos satisface y porque nos ahorra tiempo. Pero a largo plazo, nuestra salud se va resintiendo, hasta que un buen día, surge lo inevitable. La enfermedad. El hígado es muy sensible a la mala alimentación, la combinación de sodio, calorías, azúcares, sal… va desembocando en en un aumento de la presión arterial, del colesterol, de la incidencia del llamado hígado graso. Las disfunciones hepáticas son la mayoría de las veces consecuencia de una nutrición inadecuada y alta en grasas, alta en elementos nocivos que lo enferman y que nos pasan factura. Tenlo en cuenta.

6. Las bebidas alcohólicas

Lo sabemos. No hay elemento más nocivo para nuestro hígado que el alcohol. Le cuesta procesarlo, es dañino para él y le impide cumplir sus funciones básicas, rompiendo así su equilibrio químico,  destruyendo sus células hepáticas, y generando así, desde hígado graso, hepatitis o cirrosis…Beber un vasito de vino al día es recomendable y sano, pero por el bien de nuestra salud no vale la pena excedernos con el siempre peligroso alcohol.
Aplica pues estas sencillas orientaciones para mejorar tu estilo de vida. No te cuesta nada, y tu salud lo va a agradecer. ¡Cuida tu hígado, cuida de tu vida!