Como individuos tenemos la capacidad de producir toxinas internas
a través de pensamientos, creencias y comportamientos tóxicos.
a través de pensamientos, creencias y comportamientos tóxicos.
Una toxina es un químico o veneno conocido por tener efectos nocivos en el cuerpo. Las toxinas vienen de la comida o agua, de los químicos utilizados para cultivar o preparar la comida, del aire que respiramos y de nuestros pensamientos, creencias y comportamientos.
Un cuerpo tóxico es la suma total de una dieta pobre, stress crónico y contaminantes en el medio ambiente que sobrecargan y envenenan a nuestra mente.
Además de las toxinas que vienen desde el exterior, como individuos tenemos la capacidad de producir toxinas internas a través de pensamientos, creencias y comportamientos tóxicos.
Cuando vivimos en estados de ansiedad y aceleración permanentes, rodeados de negatividad o discusiones, con exceso de preocupaciones, nuestro cuerpo responde en estado de alerta constante y produce una serie de hormonas, como el cortisol.
Si la producción de cortisol es muy elevada y constante, entra a nuestra sangre y se convierte en un químico toxico para el cuerpo que empieza a entorpecer y causar daños a las células.
La suma de las toxinas causa muchos daños en el cuerpo. Interfieren con el metabolismo y con la tiroides, saturan el sistema de desintoxicación del hígado y los riñones, aumentan la inflamación, dañan la mitocondria y llevan al aumento de peso y a enfermedades crónicas.
Las toxinas internas se pueden reducir con ejercicio, una dieta sana y un buen programa de desintoxicación. Para evitar producir más, es necesario practicar técnicas de relajación, evitar situaciones de estrés y mantener estados de ánimo positivos.