-¿Estoy manipulado cuando no puedo ser lo que soy, atrapado por mi familia, la sociedad y cultura? Me pregunto: ¿qué es eso que llamamos libertad? ¿Es posible que en un mundo tan condicionado y normativo podamos ser libres?
-El chamán urbano respondió: Ese parloteo de tu ego intelectual no te permitirá encontrar respuestas. Tu árbol genealógico te dictó desde el momento en que naciste lo que tenías que pensar, sentir, desear y hacer. Te impusieron su nivel de conciencia creando una jaula “mental” en la que has vivido desde entonces. Tal vez no resulte posible eliminar esa celda al completo, pero sí se puede ampliar el espacio dentro de la misma hasta que adquiera las dimensiones del universo. Tampoco olvides que ese mundo exterior tan rígido que describes es el reflejo de tu propio mundo interior.
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El sábado, Concha se compró un libro: “El arte de manipular”. El mismo día, sin saberlo, Diego se compró otro: “El arte de decir NO a un manipulador”.
El domingo lo pasaron leyendo y ella reforzó dos de sus armas: la seducción y el terror. Él aprendió dos técnicas de defensa: el permiso para decidir y la independencia emocional.
A la semana siguiente, Diego saboreaba el dulce néctar de ser él mismo y caminar decidiendo su ruta, dejando a un lado los caminos que Concha le marcaba a través de la seducción y el terror. Concha tiró el libro a la basura y bendijo esta nueva formula de relación basada en la libertad.
Plano Creativo.
Marcela Paz.
Chile.
