Descartando algunas ideas erroneas sobre meditar en que se confunde con una técnica de relajación, o poner la mente en blanco, o un estado de trance, podemos diferenciar 3 aspectos de lo que se entiende por meditación, en las tradiciones místicas:
1.- La Meditación es una Práctica o Disciplina, cuyos 2 componentes esenciales son:
La Atención Consciente, practicar la capacidad de estar
atento al momento presente, mediante una alerta relajada, permaneciendo
voluntaria e intencionadamente en la observación de las experiencias o
contenidos de la conciencia: eventos externos, sensaciones corporales y
toda la gama de actividades mentales.
Y la Actitud de Desapego, permanecer con la experiencia tal como es, sin juicio, sin reaccionar,
con sensibilidad, vulnerabilidad y apertura a todo lo que aparece.
“La meditación es un medio, un método, una disciplina que nos permite
cultivar, profundizar y perfeccionar nuestra capacidad de prestar
atención
y morar en la conciencia del momento presente”
J. Kabat Zinn.
“Cualquier cosa que hagas si
las haces con profunda conciencia, entonces,
inclusive las cosas
pequeñas se transforman en sagradas.
Cocinar o limpiar se transforma en
algo sagrado.
No se trata de qué es lo que haces, sino de cómo lo
haces.”
Osho.
3.- La Meditación es la Cualidad Natural de nuestra Conciencia, en su estado puro. La mente en su estado original, también llamada no-mente o mente Rigpa (en el budismo tibetano). Una presencia silenciosa, inteligente y compasiva, que está más allá del pensamiento y el lenguaje, la cual habitualmente se encuentra oculta en nuestro estado de conciencia ordinario y puede irse revelando en la medida que desarrollamos la práctica y la actitud meditativa.
“La
meditación no es un logro, es un estado natural que hemos perdido,
es
tu naturaleza intrínseca.
No es necesario adquirirla, sólo es preciso
reconocerla.
No tiene nada que ver con tus acciones, no puede ser
poseída, pues no es una cosa.
Eres tú mismo. Es tu ser.”
Osho.