Cuando se habla de Feng Shui, se intenta explicar un concepto milenario que se refiere a un orden que mantiene y complementa los objetos animados e inanimados en perfecta armonía. Intentaremos descifrar ese lenguaje milenario y trasladarlo a conceptos y lenguajes occidentales y contemporáneos.
Tal vez para el oriental sea fácil comprender conceptos como lo es el "chi" (energía vital) con el cual está familiarizado desde hace miles de años. Para los occidentales en cambio podría resultar complejo el entender estas ideas. Sin embargo existen otras formas de relacionar nuestros conceptos con los del Feng Shui.
Nuestro tan declamado "sentido común" occidental es la llave. A veces necesitamos ejemplos extremos para entender ciertas diferencias entre situaciones, pero una vez captada la idea puntual el resto se hace más simple de comprender. Así, por ejemplo, el Feng Shui nos habla de una "armonía" en nuestro entorno que nos ayuda a fluir de manera correcta. A nadie le resulta extraño escuchar frases como "entré en ese lugar y era deprimente", o "cuando estoy en casa de fulana me siento inquieto", y muchos otros comentarios que hacemos y que nos hacen y que se refieren claramente a sentimientos. El Feng Shui no se refiere sólo a cuestiones de estética visual sino a los lugares o espacios que deben ocupar los objetos y en los que deben estar en concordancia con ciertos principios energéticos que los orientales han sabido captar y descifrar a través de 3 o 4 mil años de experiencia y observación.
En la disciplina del Feng Shui se cuida mucho el concepto del "fluir", de la orientación de los objetos en relación a los puntos cardinales y más específicamente en relación al punto exacto desde donde nace el sol. Sin conocer de Feng Shui cualquiera de nosotros sabe que dependiendo de la orientación de una casa, esta recibirá mayor o menor luz natural dependiendo de la ubicación de las ventanas. Esta es una consideración que podemos observar a partir de nuestro sentido común. Si la casa está rodeada de árboles con mucha vegetación, la mera orientación de la casa no ayudará a disponer de mayor luz natural. Estas y muchas otras cuestiones hacen que el Feng Shui busque un diseño armónico y que cada componente se considere en función del conjunto y nunca como algo aislado.
En esta ocasión veremos cómo el Feng Shui ordena y diseña el entorno de plantas que poseemos en el interior de la casa y el jardín.
El diseño y distribución del jardín deben contemplar, como ya dijimos, todos y cada uno de los elementos: grama, rocas, plantas, flores, senderos, paredes, etc. Tal vez la mayoría de las personas encuentran más sencillo ordenar un jardín que las plantas de interior, pues este es un sitio natural de por sí. En cambio integrar plantas en el interioir de una casa a veces resulta en una tarea de adaptación de la mata dentro de un entorno que no le es propio.
Lo primero que hay que tener en cuenta, tanto para el interior como para el exterior es el concepto de simpleza y la ausencia de exceso. Muchas personas tienen la costumbre de amontonar gran cantidad de objetos tanto dentro como fuera de la casa. Un exceso de muebles hará de la casa un sitio de difícil tránsito o para decirlo en idioma Feng Shui de poca fluidez. Cuando nos cuesta caminar libremente por los espacios interiores de una casa es porque algo no está bien. De la misma manera, si hacemos acopio de plantas llenando cada rincón y cada mesa y cada espacio posible, lo que obtendremos será una sobrecarga que romperá cualquier armonía posible. Un jardín lleno de cientos de matas y flores de todos los colores puede inquietarnos, es como si nuestra mirada no supiera por dónde empezar a mirar. Un jardín arreglado, con las matas suficientes y ubicadas en los sitios correctos, puede resultar el lugar más armónico y agradable. Y lo mismo rige para el interior de la casa. Tres o cuatro matas que sepan ocupar su lugar pueden crear una impresión de bienestar como no lo harían 10 o 20 matas que muchas veces son forzadas a resistir en rincones tan insólitos como inadecuados.
El Feng Shui prefiere las formas circulares e intenta eludir las líneas rectas y ángulos rectos. Eso se puede observar claramente en la construcción de los techos de las casas orientales con su caída en formas curvilíneas. Un jardín cruzado por un sendero asimétrico en zig zag producirá sensaciones de sorpresa y se verá redimensionado, favoreciendo así un desplazamiento más pausado y relajado. Recuerde que el exceso de detalles puede ser tan inapropiado como el de un jardín descuidado. Un paisaje equilibrado es la meta del Feng Shui. Las pérgolas o gacebos deben ser de construcción sencilla y preferentemente con vigas arqueadas. El bambú es un material ideal para este tipo de construcciones. De la misma manera se recomiendan plantas trepadoras sobre los bordes del jardín para suavizar los cortes rectos y ángulos de los muros.
El agua es considerada un elemento vital dentro del jardín Feng Shui, simboliza la buena fortuna y siempre debe estar en movimiento, lo cual se consigue instalando pequeñas fuentes que reciclan el fluido a través de una bomba. Si disponemos de lugar para un pequeño estanque podemos incorporar peces plateados, los cuales simbolizan fortuna, y alguna tortuga, lo cual simboliza longevidad y estabilidad. Es recomendable colocar rocas seleccionadas cuidadosamente sobre alguna elevación del terreno desde donde puedan ser apreciadas desde diferentes ángulos. Y colocar un pequeño bebedero par pájaros daría al jardín una dimensión más integrada con la naturaleza. flores aromáticas como las rosas o los jazmines darán un toque mágico produciendo placer a nuestros sentidos y propiciando una mejor circulación del "chi" que nos hará sentir tan a gusto como para olvidarnos del tiempo y quedarnos integrados al paisaje durante todo el tiempo que sintamos que necesitamos permanecer.
Con una pizca de sentido común y otra de intuición, usted puede lograr que el concepto del Feng Shui le ayude a armonizar su espacio verde. No olvide que en el jardín usted debe respetar el espacio de sus matas, así como sus matas deberán respetar su espacio en el interior de la casa. Por esto es fundamental encontrar el sitio y la orientación que cada una de ellas debe tener. Observe a sus matas y trate de identificar sus necesidades. Muchas veces las mismas matas nos revelan con su lenguaje propio la incomodidad o el bienestar. Si sabemos prestar atención a estos cambios podremos estudiar las posibilidades y encontrar el lugar que cada una debe ocupar. Logrando a la vez ocupar nuestro mejor espacio. Cuando perciba que alguna mata está en un espacio que a usted le produce incomodidad, no dude en retirarla inmediatamente y busque intuitivamente otras opciones.
http://www.unavidalucida.com.ar/2009/08/feng-shui-estrategias-para-el-hogar.html