Di no al estrés
Actualmente vivimos en sociedades estresadas, dedicamos nuestro tiempo al trabajo, a las tareas del hogar, a las personas cercanas…. Además “perdemos tiempo” viajando de un lado a otro, aumentado con el tráfico en una ciudad grande. Cada vez es más normal que las personas padezcan estrés e incide también en personas jóvenes.
El estrés es la respuesta de nuestro cuerpo ante el peligro, pero no hace falta un peligro real para dispararlo. Basta con creérselo para que se acelere el corazón, se contraigan los músculos y nos preparemos para salir corriendo, aunque el peligro no sea un león, sino la fecha de entrega de un informe.
Lo peor del estrés es que el cuerpo deja todo lo que no sea esencial para salir por pies, y eso quiere decir que abandona el cuidado de sí mismo. El cortisol, la hormona del estrés desactiva tu sistema inmunitario. También aumenta por todos los medios los niveles de glucosa en sangre, ayudando a quemar no solo grasa, sino también masa muscular en el proceso. El cortisol bloquea además la hormona del crecimiento, con lo que tampoco se desarrollan ni los huesos ni los músculos si estás estresado.
Los síntomas del estrés son diferentes según la persona que lo padezca, podrá variar desde insomnio, dolores fuertes de cabeza, dolores de estómago, cansancio generalizado… e incluso depresiones o un bajo estado de ánimo.
Si recuperas el control de tu cuerpo, puedes aliviar el estrés. En un interesante estudio se vio que solo cambiando la postura los niveles de cortisol descendían. Cuando sientas el primer zarpazo del estrés, no pierdas tiempo y actúa en 30 segundos:
• Segundos 1-15: Encuentra tu centro de gravedad. Presta atención a tus pies. Apóyalos firmemente en el suelo. Localiza tus manos y deja que se apoyen sobre tus muslos, sin tensión. Yergue la cabeza imaginando que alguien tira de ella hacia el techo, poniendo tu espalda recta y relajando los hombros hacia atrás. Nota cómo te sientes más seguro, más centrado. Mantén la postura.
• Segundos 16-30: Respira. Toma aire contando hasta cinco. Nota como el aire llena tus pulmones e imagina que el oxígeno llega a todo tu cuerpo, hasta tus manos y pies. Ahora exhala contando hasta diez, lentamente, vaciando por completo los pulmones
La ventaja es que lo puedes hacer en cualquier momento, cada vez que lo necesites a lo largo del día. Si el estrés es frecuente, necesitarás hacer ejercicios más largos y concentrados, como la técnica de Jacobson, desarrollada a inicios del siglo pasado por Edmund Jacobson, un médico que también hacía sus incursiones en el campo de la Psiquiatría y la Psicología.
Esta técnica se basa en que el pensamiento y el estado emocional afectan el nivel de respuesta muscular.
Así, se evidencia que cuando se está de bajo ánimo o estresado el cuerpo responde peor. El yoga o la relajación muscular de Jacobson podrán ser las soluciones para nuestro problema de estrés.
Fuente: Quo