El centro de gravedad humano y pilar del equilibrio tiene que estar sano. Si no, nos falla todo. Para alcanzar una armonía física debemos corregir posturas y eliminar malos hábitos. Se puede lograr con terapias alternativas y con ejercicios posibles de hacer en la casa, en el auto y en el trabajo.
Así, el día a día está lleno de trampas para la columna, que son las malditas malas posturas al sentarse, al caminar, al usar el computador, manejar y hasta respirar.
¿El origen? Los expertos coinciden en que se debe a múltiples factores, desde dónde nacemos, hasta quiénes son sus padres y cuál es su parada en la vida, si fuma o no, si come muchas grasas y si sufre de un sedentarismo incurable.
Además aclaran que la columna es el grupo de huesos y la espalda el conjunto de músculos que se conectan con las piernas, los brazos, el cuello. Por ello la gente normalmente se queja de dolor de espalda.
Una columna con problemas nos hace gastar más energía, sumar estrés, movernos con dificultad y vivir tensos. Nuestro equilibrio externo e interno depende de tenerla sana y firme.
"Una columna en buen estado permite que la energía vital fluya libremente y se distribuya por los órganos, armonizando el cuerpo, la mente y el espíritu. En el ámbito energético es portadora de patrones de información incluso a niveles prenatales", dice la instructora de yoga y reiki Francisca Vargas.
No en vano, recuerda, los chakras (centros de energía) se alinean a través de la columna, por ello cuando "bloqueamos un problema, se queda en alguna zona de este eje. Mucho estrés rigidiza, como el miedo, que te delata porque subes los hombros".
Hoy la tendencia es buscar terapias alternativas para corregir la postura y eliminar el dolor. El cuerpo habla y se manifiesta. Hay que aprender a escucharlo y saber dónde reparar malos hábitos.
Diagnóstico: deprimidos
"Se han preguntado por qué los chilenos bailan con los brazos colgando y sin mover las caderas. ¿Por fomes? ¿Por tiesos? En parte, seguramente, pero sobre todo por deprimidos y porque nadie nos enseñó a movernos. Es decir, nadie educó nuestra columna". La reflexión es del doctor Samy Frenk, terapeuta que trabaja con el Rolfing (www.rolfing.cl), un método que consiste en corregir posturas para quitar los dolores.
Para Frenk la cultura chilena no favorece a nuestra columna. "Los chilenos caminan como deprimidos, por una razón muy simple e idiota, porque cuando lo haces con la cabeza arriba en una buena postura algunos creen que eres orgulloso, ¡mira el sinsentido!", explica.
O sea, el problema deriva de la cultura y los malos hábitos.
El kinesiólogo de la U. Andrés Bello Felipe Morales explica que los dolores de columna se producen en tres zonas: cervical, torácica y lumbar. "Esta última es la más frecuente. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 80% de la población ha presentado o presentará dolor lumbar a lo largo de su vida".
Un kilo de sal resucitador
La primera forma de aprendizaje, asegura Frenk, es por imitación, por ello hay familias en las que "todos son cojos porque el papá era cojo".
Entonces, si nacimos en Chile debemos reeducar la columna, que "es el pilar fundamental bajo el cual se sostienen todas las estructuras corporales. El equilibrio depende de una compensación entre los músculos de la espalda y del abdomen, que si están débiles afectarán la columna", aporta el kinesiólogo.
En términos generales, Francisca Vargas consigna que al inclinar la columna se pueden liberar rabias y cargas negativas. "Requiere de constancia, debes inflar el abdomen, bajar y estirarte, sentir el cuerpo. Un dato que no falla es echar un kilo de sal (puede ser café o hierbas) a una tina con agua caliente. Te metes por 15 minutos y luego te acuestas a dormir. Al otro día amaneces renovado y con la columna fortalecida", afirma.
- Revista Mujer.
- por: IGNACIO TOBAR / ILUSTRACIONES: AMPARO PHILLIPS