2. Cree un vínculo con alguna tierra, ya sea la suya o la de un pariente, un proyecto, un jardín comunitario, etc. Participe con las personas que viven allí, vaya poco a poco buscando formas de pasar más tiempo en el campo que en la ciudad, aprendiendo a plantar, construir , tratar los desechos orgánicos y sanar en la naturaleza.
3. Desarrollar habilidades prácticas: cocina, carpintería, reparación de máquinas, procesamiento de alimentos, costura, etc.
Enseñe estas habilidades a niños y amigos, vecinos.
4. Busque un grupo de apoyo mutuo donde las personas se cuiden entre sí, hagan productos de necesidad básica colectivamente, como productos de higiene natural, remedios naturales como jarabes y tinturas de hierbas, procesamiento de alimentos, como alimentos conservados y fermentados.
5. Simplifica tu vida ahora, liberando más espacio y tiempo. Descubra todo lo que puede hacer sin dinero, caminar, hacer ejercicios, manualidades y artes del cuerpo, socializar con sus seres queridos, jardinería.
6. Separarse de la lógica de consumir más y más. Prefiera productos artesanales que duran mucho tiempo, de calidad, hechos por pequeños productores, empresas sociales y empresas económicas solidarias. Hacer intercambios, dar y recibir obsequios por valor afectivo, en lugar de valor financiero.
7. Intercambiar, almacenar, multiplicar y diseminar semillas criollas nativas, no modificadas genéticamente, producidas por la agricultura popular y familiar.
8. ¡Reconoce que la vida será mucho mejor! Solo estamos en transición.
"Nuestra creatividad es el límite del sistema".
Mary Lolys.
Grupo "Despierta"
México.