"Si te estás preguntando cómo sería soñar un mundo mejor, no te preocupes
—es probable que ya hayas experimentado esta magia cotidiana en algún momento—.
Quizá estabas de tan buen humor que le sonreíste a la cajera del supermercado
y notaste cómo mejoraba su estado de ánimo en respuesta al tuyo.
O quizá pudiste tranquilizar a alguien con miedo,
sentándote a su lado y tomándolo de la mano.
Cuando nos encontramos en el nivel del águila,
nuestro efecto sobre el mundo es muy grande,
incluso si no somos conscientes de él."
Por Alberto Villoldo.
Libro: "Las Cuatro Revelaciones".