Ya estamos a solo unos pocos días de la culminación tan esperada de la pesada danza de estos dos titanes, danza que empezó en el 2010 cuando Urano y Plutón se acercaron a un ángulo entre ellos de 90 grados, y se agudizó con una intensidad feroz durante los últimos dos años, periodo durante el cual la cuadratura fue exacta seis veces.
Podemos usar su energía para regenerarnos y empezar un nuevo capitulo en nuestras vidas. Hemos visto de todo, incluso unas cuantas atrocidades en lo colectivo: protestas con aplastamiento policial, desahucios, decapitaciones, injusticias, torturas publicas, rebeliones. El viejo dinosaurio moribundo se revuelve ante los hachazos del nuevo paradigma emergente. Nada que fue quiere morir fácilmente. Los contactos Urano -Plutón anuncian finales de eras políticas, cambios y caídas de estructuras, en nuestras mentes se derrumban viejas formas de percibir el mundo con el resultante caos.
Urano-Plutón es todo menos “bonito”. Despedaza, demuele con violencia. No podemos negarnos a avanzar, ya no. Como con todos los tránsitos planetarios cuánto más nos resistamos, más duro será el golpe.
A estas alturas me imagino que todos podemos sentir en nuestro interior a lo que me refiero porque hemos compartido esa realidad juntos. Hemos sentido como la cuadratura, ese aspecto de 90 grados, nos ha puesto en contacto con nuestra sombra en lo personal y lo colectivo, nos ha enseñado el lado más oscuro de nuestra personalidad, esa parte de nosotros que nació de las heridas del pasado, de los traumas de nuestra infancia o incluso más lejanos en el tiempo, acechando enquistada en nuestro inconsciente.
Plutón en Capricornio, severo, austero, nos ha puesto en contacto con nuestra realidad, como si de una abducción al desierto se tratara, en ese entorno de rocas y piedras donde el Caminate se encuentra con su diablo personal. Hay los que se quedan en el desierto, atrapados en su soledad; cada alma necesita su tiempo; y hay los que arden, se combustionan en el fuego plutoniano. Hemos pasado el nigredo alquímico, la fase de las cenizas tan necesaria en la transmutación. Hemos llorado durante nuestro duelo, cada uno a su manera, por la caída de nuestros castillos y mundos, por la muerte y desaparición de lo que hemos amado. Plutón en Capricornio es la muerte con su guadaña, que nos libera del triste destino de quedarnos atrapados en lo que ya no nos hace crecer. Podemos caer de rodillas, pelear, intentar huir o por el contrario intentar vivir nuestro sino con dignidad como lo solían hacer los antiguos guerreros en armonio con la voluntad de sus dioses paganos.
A estas alturas me imagino que todos podemos sentir en nuestro interior a lo que me refiero porque hemos compartido esa realidad juntos. Hemos sentido como la cuadratura, ese aspecto de 90 grados, nos ha puesto en contacto con nuestra sombra en lo personal y lo colectivo, nos ha enseñado el lado más oscuro de nuestra personalidad, esa parte de nosotros que nació de las heridas del pasado, de los traumas de nuestra infancia o incluso más lejanos en el tiempo, acechando enquistada en nuestro inconsciente.
Plutón en Capricornio, severo, austero, nos ha puesto en contacto con nuestra realidad, como si de una abducción al desierto se tratara, en ese entorno de rocas y piedras donde el Caminate se encuentra con su diablo personal. Hay los que se quedan en el desierto, atrapados en su soledad; cada alma necesita su tiempo; y hay los que arden, se combustionan en el fuego plutoniano. Hemos pasado el nigredo alquímico, la fase de las cenizas tan necesaria en la transmutación. Hemos llorado durante nuestro duelo, cada uno a su manera, por la caída de nuestros castillos y mundos, por la muerte y desaparición de lo que hemos amado. Plutón en Capricornio es la muerte con su guadaña, que nos libera del triste destino de quedarnos atrapados en lo que ya no nos hace crecer. Podemos caer de rodillas, pelear, intentar huir o por el contrario intentar vivir nuestro sino con dignidad como lo solían hacer los antiguos guerreros en armonio con la voluntad de sus dioses paganos.
Urano en Aries, es el que nos levanta, nos tienda la mano y nos anima a ser nosotros mismos, más fieles a nuestra verdad. Grita, nos dice, ”Soy libre”. Podemos sentir su energía eléctrica, como si estuviéramos poseídos por el dios de las tormentas. Es un paso hacia adelante en el camino de la Individuación, en el que en lugar de identificarnos con el pequeño ego, nos atrevemos a salir de nuestra jaulas autoimpuestas y reclamar lo que somos realmente, despiertos, presentes, vivos. Hay cierta violencia en Urano en Aries, hay que saber cabalgar bajo las tormentas eléctricas sin ser fulminados por las potentes energías.
Así que el 17 de marzo 2015 es la séptima y última vez que la cuadratura es exacta. Pero para comprender la cuadratura más en profundidad es necesario ver este ciclo en su totalidad.
Los ciclos de Urano y Plutón pueden durar entre 113 y 141 años de una conjunción a otra conjunción. Ahora estamos con la primera cuadratura creciente desde su última conjunción en la década de los sesenta. Durante esa también tumultuosa época con sus rebeliones estudiantiles, el movimiento hippy, el feminismo naciente, la liberación sexual etc, vimos el inicio de algo que ahora se tiene que incrementar, expandir, estabilizar de una forma más madura a pesar de las fuerzas oponentes. En Virgo fue una rebelión intelectual, analítica, verbal contra lo obsoleto; una rebelión en contra de la obediencia ciega a la autoridad (solo hay que recordar la guerra del Vietnam), un “no” a las guerras sin sentido; en contra también de ser “una buena chica” sumisa y casta, fue la semilla de la igualdad de genero y la entrada de arquetipos femeninos más “guerreras”; y fue también la búsqueda de una vida más plena, estimulante y realizada que el mero tedio de una vida de rutinas de casa y trabajo. Los hombres y mujeres de esa generación, ahora en su mediana edad, son la esperanza a nivel colectivo para encarnar el poder maduro de la conjunción Urano-Plutón y para aportar su granito de arena a un cambio para mejor en el colectivo, ya que tienen a los dos planetas en conjunción en su carta natal, en su ADN astral.
Es muy importante tener en cuenta que después de la demolición viene la reconstrucción, y esto será la fase que empieza a partir de ahora. Urano y Plutón se alejarán poco a poco el uno del otro durante los próximos dos años, periodo durante el cual, todavía podemos percibir el olor del fuego de sus batallas mientras sentimos como la intensidad se difumina.
Durante esa fase es hora que despleguemos nuestras alas de fénix
y empecemos a volar libres y regenerados
hasta su próximo mayor encuentro dramático en la oposición,
ese aspecto de 180 grados, que empieza en el 2043,
aunque quizás algunos entre nosotros
entonces lo viviremos ya en otro cuerpo y lugar.