jueves, 3 de febrero de 2011

Sanando la Pereza: Psicomagia para Marcela.



LA JOVEN MARCELA CONSULTA:

Queridísimo Alejandro, tengo 17 años y un gran problema: mi pereza jamás me permitió concluir nada de lo que emprendía. En el colegio salgo del paso, pero nunca doy el cien por ciento, me conformo con lo mínimo (no es cierto que me conformo, porque siempre me lo reprocho). Hace cuatro años empecé a tocar la guitarra: no veía la hora, pero no pasó un año que la cosa ya no me entusiasmaba, y ahora sigo estudiando sólo para poder dar una respuesta a la pregunta: y tú ¿tienes algún hobby? Pero seriamente, ¡me gustaría ser una buena guitarrista! Cada año compilo una lista inútil de buenos propósitos, que nunca cumplo. ¡Ni siquiera un corte de pelo, logré realizar! Empiezo una aventura y la abandono casi enseguida, por pura pereza … ¡ayúdame a no ser ya tan abúlica! A mi edad ¡es tan lindo tener una vida llena!

ALEJANDRO LE RESPONDE:

Muy querida Marcela, hay un proverbio que dice “La pereza es la madre de todos los vicios”. Si le quitas ” de todos los vicios” te queda “¡La pereza es la madre!”. A tu edad, cuentas con la protección de tus padres. Sin embargo, quizás por sus críticas exigiéndote la perfección, te han desvalorizado. No logras admirarte a ti misma… Pero debes tener un alma de gran valor si eres capaz de verte “abúlica” y de pedir ayuda para vencer esto… Me dices: “A mi edad ¡es tan lindo tener una vida llena!”. La vida, para llenarla, no sólo se hace con fiestas, adornos de ropa, juegos amorosos, etc. Te sentirás llena cuando desarrolles tu alma. Y tu alma solo la puedes desarrollar si cesas de obtener protección todo el tiempo sin nunca dar algo a los otros. Este es el acto psicomágico que puede sacarte de la abulia: hazte consciente que una inmensidad de personas no tienen la oportunidad de aspirar a una vida llena, porque, sumidos en la pobreza, tienen el estómago vacío. Date el trabajo de aprender a fabricar panes. Durante un mes, cada mañana te levantas al alba y metes en el horno tu masa, a la que has convertido en panecillos dulces con forma de corazón. Luego sales a pasearte por las calles de un barrio pobre para repartir esos panes. Convence a tus amigas y amigos que te ayuden en esta tarea. Si haces esto, te sentirás digna de ser admirada. Cesará tu pereza.

Plano Creativo.