lunes, 7 de febrero de 2011
Sanar Cambiando De Camino
Por lo general, cuando salimos de una meditación, de un periodo de trabajo sobre nosotros mismos, o cuando acabamos de adquirir un nuevo conocimiento, retornamos a la vida cotidiana y de inmediato somos agredidos, humillados: se burlan de nuestro descubrimiento. Esto es lamentable. Al regreso de esta nueva experiencia desearíamos encontrar personas que correspondan a nuestro hallazgo, ¡pero no! Nuestros parientes, amigos, jefes, vecinos, todo el mundo nos agrede porque existe una conspiración contra el progreso de la humanidad y por tanto contra la toma de conciencia. Y nosotros entramos en eso por completo. Las personas nos han conocido tal como éramos, con nuestra mediocridad y nuestro bajo nivel, y eso les bastaba. Si estas personas están con nosotros es porque ellas querían mantener inamovible ese nivel.
Es terrible cuando una pareja hace un trabajo sobre sí misma y uno de sus integrantes avanza mientras que el otro se queda atrás. No creamos que este último se halla feliz del progreso de su ser amado; sucede a la inversa y lo que resulta es una catástrofe con reflexiones como “Pero ¿quién te ha cambiado? ¡Deja de frecuentar a esas personas!¡No es posible! no te conozco. Ya no eres como antes y eso me angustia. Entonces, o vuelves a ser como eras, o seré yo quién esté en la obligación de cambiar y no quiero”.
Alejandro Jodorowsky, en “Evangelios para Sanar”.
(Lo ilustramos con humor MEL)