Cuando no me gusta una ideología no la sigo.
Cuando no me cae bien una persona,
me alejo pero también me reviso.
Cuando no me gusta una comida, no la como.
Cuando no me gusta un perfil no lo veo.
Hay mucho bonito allí afuera esperándome
como para intentar cambiar la opinión de alguien
buscando hacerme ver desde mi ignorante soberbia.
No pierdo mi tiempo con lo que no deseo.
Y ni decir desde que siento a las energías.
Una vibración en desarmonía
es como un lodo pegajoso
que se hace difícil de quitar y nos enferma.
Para eso nada mejor que mucha agua,
mucho sol,
y sumergirme en lo que me sana,
que se vuelve amor para mi misma.
Escribo poesía porque me acomoda los sentimientos
y así no tengo que arrojárselos por la cabeza a nadie.
Leo porque aprendo como encontrarme.
Siento que hay cosas que no puedo cambiar
ni gritando ni con pancartas
pero hay quienes tienen arte para eso y lo agradezco.
Cada cual desde su lugar,
todos vamos para la misma fuente a beber
una vez que nos secamos".
Alejandra Baldrich.