Alguien me mostró hace poco el prospecto anual de una organización espiritual
grande. Al hojearlo me impresionó la gran diversidad de seminarios y talleres
importantes. Me recordó el smorgasbord, uno de esos banquetes suecos
donde puede uno elegir entre una enorme variedad de platos.
La persona me preguntó si le podía recomendar uno o dos cursos.
"No sé", le respondí, "todos suenan muy interesantes".
"Pero sí se lo siguiente", añadí.
"Tome conciencia de su respiración tantas veces
como le sea posible, cada vez que recuerde hacerlo.
Hágalo durante un año y será un medio de transformación
mucho más poderoso que asistir a todos esos cursos. Y no vale nada".
grande. Al hojearlo me impresionó la gran diversidad de seminarios y talleres
importantes. Me recordó el smorgasbord, uno de esos banquetes suecos
donde puede uno elegir entre una enorme variedad de platos.
La persona me preguntó si le podía recomendar uno o dos cursos.
"No sé", le respondí, "todos suenan muy interesantes".
"Pero sí se lo siguiente", añadí.
"Tome conciencia de su respiración tantas veces
como le sea posible, cada vez que recuerde hacerlo.
Hágalo durante un año y será un medio de transformación
mucho más poderoso que asistir a todos esos cursos. Y no vale nada".
Al tomar conciencia de la respiración apartamos nuestra atención
de los pensamientos y creamos espacio.
Es una forma de generar conciencia.
Si bien la conciencia plena existe ya como no manifiesta,
estamos aquí en el mundo para traer la conciencia a esta dimensión.
Eckhart Tolle.
Imagen de taringa.net