1. Felicidad. La meditación nos puede ayudar a cultivar una felicidad duradera real porque nos permite estar en sintonía con nuestro ser interior. Cuando vivimos en el corazón, podemos experimentar una sensación de unidad con los demás; esto genera un estado de felicidad que no depende de acontecimientos externos.
2. Paz interior. A la mayoría de la gente le gustaría
experimentar más paz interior en sus vidas. A veces se siente que esa paz de calidad es difícil de alcanzar porque nuestra vida es tan agitada. La meditación nos enseña cómo desconectarnos del ruido de la mente, a no dar importancia a los pensamientos que vuelan a través de nuestra mente. Mediante la meditación podemos obtener un claro estado de ánimo; este es el secreto de sentir una paz interior
real.
3. Salud. Han habido numerosos estudios que muestran una relación entre la meditación y la mejora de la salud física. La meditación es una solución práctica para aliviar el estrés. El aliviar el estrés ayuda a reducir la presión arterial y las enfermedades relacionadas con el corazón.
4. Simplicidad. La meditación ayuda a simplificar nuestras vidas. Cuando vivimos en el tráfago de la mente, podemos sentir que la vida no es más que problemas y preocupaciones. A través de aprender a meditar, podemos darnos cuenta de que se puede conseguir la alegría de apreciar la sencillez de la vida.
5. Vivir en el presente. Al analizar los pensamientos que pasan por nuestra mente nos encontramos con que muchos de ellos tratan del pasado o del presente. O estamos temerosos del futuro, o rumiando el pasado. Sin embargo, vivir en el pasado o el futuro significa que somos incapaces de vivir en el momento presente. Cuando meditamos estamos completamente en el aquí y ahora. La meditación nos enseña a apreciar la vida tal como es; aprendemos a valorar nuestra situación actual.
6. Mejores relaciones con los demás. Muchas veces podemos tener conflictos menores con otras personas, porque nos detenemos en las faltas leves de los demás. Sea que esté justificado o no, es una fuente común de la infelicidad y la división. La meditación nos enseña a no darle importancia a esos pensamientos y a desarrollar un sentido de unidad con las otras personas, al hacernos mirar sus buenas cualidades de manera natural. A partir de ahí, sus faltas leves parecen no tener peso.
7. Para descubrir un sentido real de lo que somos. Nuestra mente racional puede tratar de descubrir la respuesta a muchas preguntas, pero la pregunta de ¿quién soy yo? siempre permanece sin respuesta. Para descubrir nuestro verdadero yo, para ser conscientes de nuestra propia alma, tenemos que ir más allá de la mente. Es en la meditación que podemos tomar conciencia de una presencia espiritual viviente. Cuando nos encontramos con ésta, nos sentimos con un nuevo propósito en la vida.
real.
3. Salud. Han habido numerosos estudios que muestran una relación entre la meditación y la mejora de la salud física. La meditación es una solución práctica para aliviar el estrés. El aliviar el estrés ayuda a reducir la presión arterial y las enfermedades relacionadas con el corazón.
4. Simplicidad. La meditación ayuda a simplificar nuestras vidas. Cuando vivimos en el tráfago de la mente, podemos sentir que la vida no es más que problemas y preocupaciones. A través de aprender a meditar, podemos darnos cuenta de que se puede conseguir la alegría de apreciar la sencillez de la vida.
5. Vivir en el presente. Al analizar los pensamientos que pasan por nuestra mente nos encontramos con que muchos de ellos tratan del pasado o del presente. O estamos temerosos del futuro, o rumiando el pasado. Sin embargo, vivir en el pasado o el futuro significa que somos incapaces de vivir en el momento presente. Cuando meditamos estamos completamente en el aquí y ahora. La meditación nos enseña a apreciar la vida tal como es; aprendemos a valorar nuestra situación actual.
6. Mejores relaciones con los demás. Muchas veces podemos tener conflictos menores con otras personas, porque nos detenemos en las faltas leves de los demás. Sea que esté justificado o no, es una fuente común de la infelicidad y la división. La meditación nos enseña a no darle importancia a esos pensamientos y a desarrollar un sentido de unidad con las otras personas, al hacernos mirar sus buenas cualidades de manera natural. A partir de ahí, sus faltas leves parecen no tener peso.
7. Para descubrir un sentido real de lo que somos. Nuestra mente racional puede tratar de descubrir la respuesta a muchas preguntas, pero la pregunta de ¿quién soy yo? siempre permanece sin respuesta. Para descubrir nuestro verdadero yo, para ser conscientes de nuestra propia alma, tenemos que ir más allá de la mente. Es en la meditación que podemos tomar conciencia de una presencia espiritual viviente. Cuando nos encontramos con ésta, nos sentimos con un nuevo propósito en la vida.