lunes, 18 de abril de 2011
“Si No Te Quieres Resfriar, Llora Cuando Tengas Que Llorar”.
En una cadena de supermercados lanzaron una promoción de pañuelos de papel “3×2″: te llevas tres y pagas sólo dos. El lema que utilizó la marca fue la siguiente:
“Si no te quieres resfriar, llora cuando tengas que llorar”.
Los clientes hicieron caso a ese rompedor mensaje de la campaña y, los que antes utilizaban pañuelos para sonarse los mocos durante sus catarros, (según una encuesta previa la promoción era para: medicados con antidepresivos, hombres a los que se les había prohibido llorar, mujeres que se daban de heroínas y demostraban que nada les afectaba y personas de ambos sexos que moqueaban todo el tiempo por prohibir en general la expresión de emociones), ahora los usaban para secarse esas lágrimas liberadoras que antes bloqueaban.
Las ventas subieron y la población de usuarios de esos tisúes se declararon más sanos en una encuesta posterior a la campaña, sin embargo, en poco tiempo desapareció misteriosamente el producto del mercado.
No nos hagan caso, pero algo nos hace sospechar de los laboratorios fabricantes de psicofármacos.