sábado, 8 de febrero de 2014

"Consejos Sobre la Felicidad: De Un Padre a Un Hijo".

Imagen viajealcorazon.tk

Jackson Brown no es un gran pensador, ni un Nóbel de literatura. Es sólo un hombre común, un padre preocupado por la felicidad de su hijo que quiso escribir estos simples “consejos”, al momento que éste se iría a estudiar a la Universidad, lejos de su casa. Su hijo decidió fotocopiarlos y los distribuyó entre sus compañeros de estudio. Tuvieron tanto éxito, que una editorial le pidió autorización a Brown para editar un libro con ellos. Poco tiempo después, ampliado bajo el titulo “Vivir Feliz”, se convirtió en un Best Seller que lleva decenas de ediciones y millones de ejemplares traducidos a varios idiomas.

Hijo: 
Observa el amanecer por lo menos una vez al año.

Estrecha la mano con firmeza, y mira a la gente de frente a los ojos.

Ten un buen equipo de música.

Elige a un socio de la misma manera que elegirías a un compañero de tenis: busca que sea fuerte donde tú eres débil y viceversa.

Desconfía de los fanfarrones: nadie alardea de lo que le sobra.

Recuerda los cumpleaños de la gente que te importa.

Evita a las personas negativas; siempre tienen un problema para cada solución.

Maneja autos que no sean muy caros, pero date el gusto de tener una buena casa.

Nunca existe una segunda oportunidad para causar una buena primera impresión.

No hagas comentarios sobre el peso de una persona, 
ni le digas a alguien que está perdiendo el pelo. Ya lo sabe.

Recuerda que se logra más de las personas por medio del estímulo que del reproche.

Anímate a presentarte a alguien que te cae bien simplemente con una sonrisa y diciendo: 
Mi nombre es fulano de tal; todavía no nos han presentado.

Nunca amenaces si no estás dispuesto a cumplir.

Muestra respeto extra por las personas que hacen el trabajo más pesado.

Haz lo que sea correcto, sin importar lo que otros piensen.

Dale una mano a tu hijo cada vez que tengas la oportunidad. 
Llegará el momento en que ya no te dejará hacerlo.

Aprende a mirar a la gente desde sus sandalias y no desde las tuyas. 
Ubica tus pretensiones en el marco de tus posibilidades.

Recuerda el viejo proverbio: Sin deudas, sin peligro.

No hay nada más difícil que responder a las preguntas de los necios.

Aprende a compartir con los demás y descubre la alegría de ser útil a tu prójimo.
 (El que no vive para servir, no sirve para vivir).

Acude a tus compromisos a tiempo. 
La puntualidad es el respeto por el tiempo ajeno.

Confía en Dios, pero cierra tu auto con llave.

Recuerda que el gran amor y el gran desafío incluyen también "el gran riesgo".

Nunca confundas riqueza con éxito.

No pierdas nunca el sentido del humor y aprende a reírte de tus propios defectos.

No esperes que otro sepa lo que quieres si no lo dices.

No esperes a que muera alguien para decirle cuanto lo amabas, 
díselo hoy que lo tienes cerca.

Haz dos copias de las fotos que saques y envíalas a las personas que aparezcan en las fotos.

No olvides que el silencio es a veces la mejor respuesta.

No deseches una buena idea porque no te gusta de quien viene.

No digas que te falta tiempo, tienes exactamente el mismo numero de horas al día 
que las que recibieron Helen Keller , Pasteur, Miguel Ángel, la Madre Teresa de Calcuta, Leonardo da Vinci y Albert Einstein.

Nunca compres un colchón barato: 
nos pasamos la tercera parte nuestra vida encima de él.

No confundas confort con felicidad.

Nunca compres nada eléctrico en una feria artesanal.

Escucha el doble de lo que hablas (por eso Dios nos dio dos oídos y una sola boca).

Cuando necesites un consejo profesional, pídelo a profesionales y no a amigos.

Usa ropa interna audaz, bajo tu atuendo de oficina más solemne.

Recuerda que los ganadores hacen lo que los perdedores no quisieron hacer.

Aprende a distinguir quienes son tus amigos y quienes son tus enemigos.

Nunca envidies: la envidia es el homenaje que la mediocridad le rinde al talento.

Recuerda que la felicidad no es una meta sino un camino: 
disfruta mientras lo recorres.

Si no quieres sentirte frustrado, no te pongas metas imposibles.

Ten cuidado con las personas que te dicen lo honestan que son.

La gente más feliz no necesariamente tiene lo mejor de todo ...

Simplemente disfruta al máximo de todo lo que Dios pone en su camino.

Vive de tal manera que, cuando tus hijos piensen en justicia, cariño e integridad,
 piensen en ti.

Elige a tu pareja con mucho cuidado. 
De esta decisión dependerá el 90% de toda tu felicidad o tu tristeza; 
pero después de elegir cuidadosamente, el trabajo apenas empieza.

Dile a tu pareja al menos una vez al día, lo sensacional que es y lo que la amas.

Nunca desperdicies la oportunidad de expresar tu amor.

Los hombres y las mujeres a veces descubren que es difícil encontrar 
a la pareja deseable para el matrimonio. Puede ser cierto. Pero hay otro componente 
en la situación: no es suficiente encontrar a la persona adecuada, 
nosotros debemos ser la persona adecuada.

Nunca salgas de tu casa durante una discusión con tu esposa.


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