lunes, 17 de febrero de 2014

"El Tejido Fascial y las Emociones".

Imagen revistamujer.cl

Cualquier trastorno psíquico como el estrés, el miedo, el enfado, la ira, la depresión, o cualquier emoción negativa produce una tensión y acortamiento del tejido fascial*.
Tales circunstancias provocan dolores y molestias en la misma zona o en otras partes del cuerpo mas alejadas, debido a la tensión reciproca de membranas o tejido fascial.
Todas las fascias están unidas y forman una perfecta interrelación en todas partes del cuerpo.

Muchos bloqueos mentales a lo largo de nuestra vida, hoy en día todavía tienen repercusión en nuestras membranas craneales internas y en muchas partes del organismo. Tensiones profundas e internas que están constantemente, las 24 horas al día activas, tensas, agotándonos y degenerando los tejidos e impidiendo la libre circulación de los líquidos.
Este hecho tan real como desconocido nos va creando, formando o cultivando un montón de posibles enfermedades y verdaderos puntos débiles de salud. Estamos llenos de tensiones internas, tensiones fasciales, que normalmente son provocadas por un traumatismo físico o por un bloqueo emocional o mental no asimilado correctamente. Esta circunstancia hace que la pulsación del líquido cefalorraquídeo se vea también afectada, provocando fallos de comunicación del organismo con el sistema nervioso central. Esto es un proceso degenerativo.
Por tanto ya sabemos que los sucesos mentales y emocionales implican tensión somática y de igual manera la tensión corporal tiene implicaciones mentales y o emocionales. El terapeuta ayuda a eliminar la tensión somática y el paciente debe de estar preparado por si le vinieran recuerdos de experiencias pasadas con su emoción asociada. A menudo este hecho puede pasar inadvertido o resultar doloroso. El paciente puede o no asociar la liberación somática con algo relacionado con la represión inconsciente de una experiencia pasada y el sentimiento-emoción asociado a ella.
La observación de este hecho nos trae el entendimiento de que es muy posible que estemos llenos de energía psíquica reprimida o no asimilada por todo el organismo, provocándonos una acumulación de estrés en el cuerpo.

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*La fascia es una estructura de tejido conectivo muy resistente que se extiende por todo el cuerpo como una red tridimensional. Es de apariencia membranosa y conecta y envuelve todas las estructuras corporales. Da soporte, protección y forma al organismo. Constituye el material de envoltorio y aislamiento de las estructuras profundas del cuerpo. Este sistema de fascias está caracterizado por una gran capacidad de deslizamiento y desplazamiento. Las fascias hacen posible los pequeños movimientos fisiológicos, como el latido del corazón y también movimientos más visibles como la expansión de los pulmones al respirar. Bajo el tejido subcutáneo, también llamado fascia superficial, se encuentra la fascia profunda. La fascia profunda es una capa de tejido conectivo denso y organizado, desprovisto de grasa, que cubre la mayor parte del cuerpo paralelamente o profundamente a la piel y al tejido subcutáneo. Las extensiones desde su superficie interna revisten estructuras más profundas, como los músculos o paquetes neurovasculares y se le denomina fascia de revestimiento. Cuando se unen fascia y hueso, ésta quede firmemente unida al periostio (cubierta ósea).

Fuente: Wikipedia. 

Enlace relacionado:
"... al tomar conciencia de las sensaciones, el cuerpo solo vuelve a regularse, porque los seres humanos tenemos una tremenda fortaleza en nuestro cuerpo, ¡una tremenda sabiduría corporal!, y si le damos cabida y lo ayudamos, el cuerpo vuelve a encontrar el  pulso, se autorregula y se sana". Vilma Bustos. 
"Experiencia Somática en Chile: Sanación de Traumas". 

Entrevista a Vilma Bustos.