martes, 1 de marzo de 2011
La Mujer-Niña
El cuerpo le mando un mensaje a la mujer-niña para que empezara a valorizarse, y lo hizo en forma de dolores de hueso. Pero la mujer-niña tomó la enfermedad como castigo divino, se deprimió más y se hinchó de medicamentos que dañaron sus riñones, órganos ya debilitados por su miedo a la soledad.
La mujer-niña, sometida a la tortura que para ella suponía la diálisis, psicológicamente regresó a sus años más dependientes, y deslizó la rabia infantil a unos padres que no la amaron, hacia las personas que la cuidaban, lo cual la llenó más y más de culpa. Entendió que el castigo divino ahora se dirigía hacia todo lo derivado de su enfermedad renal. La mujer-niña acabó sus días sin entender nada, pidiendo amor, sin hacerse adulta…. y ese Dios que no castiga, nunca fue escuchado.
Imagen: Antonina-art