miércoles, 16 de marzo de 2011
Amatista.
Este maravilloso cristal tan querido por tantas personas que se sienten llamadas y seducidas por su realeza y espiritual belleza, es nada menos que el cristal del despertar!.
Es unas variedad de cuarzo; su color el violeta. Esta particularidad hace que resuene con el chakra del tercer ojo, ubicado en el entrecejo.
La propiedad principal de la amatista es serenar la mente, para que los hemisferios cerebrales puedan equilibrarse y sincronizarse. En general, llevamos una vida que exige mucho uso del hemisferio izquierdo; este hemisferio es el lógico, concreto, lineal y rige toda la parte derecha del cuerpo. Cuando estamos desbalanceados, nuestra energía no fluye armoniosamente por ambos lados del cuerpo (izquierdo y derecho).
La Amatista, una vez que ha logrado enseñarnos cómo aquietar al mente, equilibrando y ordenando su energía, puede entrar mas profundo y acceder a otro plano. Este otro plano es aquel que pone a la mente humana (mente inferior) en contacto con la Mente Espiritual o Superior donde está el caudal de energía que contiene nuestra Sabiduría.
Al trabajar sobre el tercer ojo, activa nuestro ojo interno, el ojo del Alma. Este es el que tiene la capacidad de mirar hacia adentro, de poder ver lo que nuestros ojos físicos no llegan a captar. La Amatista trabaja integralmente con ambos hemisferios. Esta tares no es fácil. Convencer a la mente que suelte el control y se relaje, es todo un aprendizaje que puede llevar tiempo; pero cuando se entra en ese estado ya nunca mas se olvida.
Una vez que el cristal cumple con sus pasos, invita a la mente a otro terreno, el de la meditación. El acto de meditar no es una orden que se le da a la mente y, así como así, ocurre. La meditación es un profundo estado de estar. Esta percepción no conlleva ningún estado, sólo sucede... ¿cómo? La energía comienza a fluir con mayor velocidad y su vibración es más sutil, por lo tanto, va modificando las ondas cerebrales: beta, alfa, theta, delta. Las ondas beta son las de la vida cotidiana, el estado de alerta, la mente activa (15 a 28 ciclos por segundo). Las indas alfa aparecen cuando se entra en un estado de relax meditativo, sintiendo cómo el cuerpo se va soltando. Te enseñan a soltar el estrés de toda tu mente, cuerpo y corazón (8 a 14 ciclos por segundo). El estado theta es cuando se está en la meditación profunda: aquí la mente accede a otros estado de conciencia, se expande y se unifica toda la energía que somos, y podemos ver la totalidad. Aparecen también colores, formas e imágenes. Es en este estado en donde se produce el despertar del maestro sanador. Este sanador que llevamos dentro y que nos permite transformar o re-programar la mente, liberando los viejos patrones y actualizándolos por nuevos (alineados con lo que somos en realidad, no somos nuestra mente). Es una experiencia de autosanación (4 a 7 ciclos por segundo). El último de los estados de estas ondas cerebrales es el delta: es el estado onírico, cuando el sueño toma lugar. Aquí también hay procesos de sanacíon (0,5 a 3 ciclos por segundo). Es bueno dormir con una pequeña Amatista debajo se la almohada.
¿Qué significa la intuición y qué es lo que me aporta?
Este es el verdadero trabajo de este Cristal en estos tiempos: conectarnos con la intuición; hay tantos paradigmas que se han caído y otros tantos que se están desarticulando, que los conceptos y estructuras mentales básicas ya no son aplicables para estos momentos. Cada uno busca dónde recurrir para obtener respuestas a sus preguntas y es así como algunas personas han descubierto que el arte de meditar y de la expanción de conciencia es el instrumento adecuado para poder ver en su interior y transformar aquello que ya no es más valioso para su vida.
Lo más valioso al trabajar con Amatista es la toma de conciencia de cómo se van transmutando las energías más densas para llegar a estados mas sutiles. Reconocemos que hay más de una realidad; existen realidades paralelas que representan la unidad de tu Ser. La Amatista te ayuda a conquistar la mente para dejar de fragmentar la vida y disociarte en múltiples personalidades o máscaras, sin poder habitar ninguna.
Sabemos que el color violeta está asociado con proceso de alquimia. Una de las formas de alquimia se da cuando la mente puede cesar el ruido y dejar fluir la energía espiritual. Limpia así todos los residuos mentales que se van acumulando durante el día. Colocarse una amatista en el tercer ojo antes de dormir y respirar concientemente, exhalando todos los residuos mentales, aportará un apacible y calmo sueño.
El silencio mental lleva a una paz interior donde todo lo suferfluo se aquieta. Nos dejamos guiar por la mente superior, integrando la intuición a la vida cotidiana.
Enseñanzas de mi Maestra Alejandra Salatino.
Maria Teresa Rojas Gallo.
Terapeuta de Cristales o Cristaloterapia.
Sanación Cuántica.
Terapeuta Reiki (Maestria).
Santiago Chile.