Tras una infancia en la que se sintió ignorado, repleta de lloros y protestas, acabó aceptando el papel que su clan le tenía reservado. Una vida de encierro emocional y físico en su torre. El contrato firmado no dejaba lugar a dudas: “continuarás perteneciendo a nuestro clan si permaneces invisible y apartado”.
El niño creyó que fuera de su familia, expulsado de la misma, no habría ninguna posibilidad de supervivencia. Por tanto interpretó el papel de cumplidor, escondiendo su parte emocional y creativa que pensaba que no era aceptable a los ojos de sus mayores.
¿Cuanto tiempo se puede vivir de espaldas a lo que uno es? Tarde o temprano toda esa energía reprimida debía salir a la luz y era mejor a pequeñas dosis que en forma de gran explosión.
Plano Creativo.
