sábado, 18 de mayo de 2013

"La Entrega". Eckhart Tolle.


Hasta que practique la entrega, la dimensión espiritual es algo sobre lo que lee, 
habla, con lo que se emociona, acerca de lo que escribe libros, 
en lo que cree, o en lo que no, según el caso. 
No hay ninguna diferencia. 
Sólo cuando usted se entrega se vuelve una realidad viva en su vida. 
Cuando usted lo hace, la energía que usted emana 
y que entonces gobierna su vida 
es de una frecuencia vibratoria mucho más alta que la energía de la mente 
que aún gobierna nuestro mundo, 
la energía que creó las estructuras sociales, 
políticas y económicas existentes en nuestra civilización. 
Y que también se perpetúa a sí misma continuamente 
por medio de nuestros sistemas educativos 
y de nuestros medios de comunicación.

A través de la entrega, la energía espiritual llega a este mundo. 
No genera sufrimiento para usted, para los demás seres humanos 
o para cualquier otra forma de vida del planeta. 
Al contrario de la energía de la mente, no contamina la Tierra 
y no está sujeta a la ley de las polaridades, 
que determina que nada puede existir sin su contrario, 
que no puede haber bien sin mal. 
Los que funcionan con la energía de la mente, 
que son todavía la inmensa mayoría de la población de la Tierra, 
siguen siendo inconscientes de la existencia de la energía espiritual, 
la cual pertenece a un orden diferente de la realidad 
y creará un mundo diferente cuando un número suficiente de seres humanos 
entren en el estado de entrega y así queden totalmente libres de negatividad. Si la Tierra ha de sobrevivir, esta será la energía de los que habiten en ella.

Jesús se refirió a esta energía cuando hizo su famosa afirmación profética 
en el Sermón de la Montaña: 
"Bienaventurados los mansos; ellos heredarán la Tierra". 
Es una presencia silenciosa, pero intensa, 
la cual disuelve los patrones inconscientes de la mente, 
que pueden seguir aún activos por un tiempo, pero ya no gobernarán su vida. 
Las condiciones externas a las que uno se resistía tienden también a cambiar 
o a disolverse rápidamente por medio de la entrega. 
Es un transformador poderoso de las situaciones y de la gente. 
Si las condiciones no cambian inmediatamente, 
su aceptación del Ahora le permite elevarse por encima de ellas. 
En cualquier caso, usted es libre.

Eckhart Tolle, en El Poder del Ahora.

"De la Energía Mental a la Energía Espiritual". Eckhart Tolle.