"En la infinitud de la vida, donde estoy,
todo es perfecto, completo y entero.
Reconozco que mi cuerpo es un buen amigo.
Cada una de sus células contiene la Inteligencia Divina.
Yo escucho lo que me dice y sé que su consejo es válido.
Estoy siempre a salvo, bajo la guía y la protección divina,
y elijo vivir en salud y ser libre.
Todo está bien en mi mundo".
Louise Hay.