El dinero que recibimos es la compensación a nuestro buen dar.
El buen dar empieza con los padres;
o sea cuando aceptamos recibir incondicionalmente
todo lo que nos dieron nuestros padres,
necesitamos devolver por gratitud.
Pero a los padres no les podemos devolver lo mucho que nos han dado,
por lo que instintivamente nos giramos hacia los demás, pareja, trabajo,
y a ellos damos lo que tomamos de los padres.
Esto es el buen dar y el entorno nos lo recompensa y agradece con la abundancia .
Bert Hellinger.