Nosotras no podemos disculparnos por haber tenido esta innata habilidad;
este título legitimo de chamán.
No podemos disculparnos por tener la habilidad de poseer,
en el sentido más abstracto, los misterios de nacer-morir-y – renacer.
Tenemos que recuperarlo.
Nuestro deber chamánico hacia la vida, hacia la Gran Madre,
es de vivir nuestra esencia enteramente.
Para vivir nuestra esencia enteramente requiere de nosotras vivir
y trabajar juntas colectivamente.
Mujeres nacen en este mundo como poseedoras de la belleza;
la profunda e interna belleza donde el espíritu está vivo.
Una de nuestras responsabilidades más sagradas es de crear esta belleza
en nuestros entornos, para que la luz del espíritu brille.
En este cambio de marea de sabiduría, mujeres son llamadas para traer a la realidad
eso que hemos estado esperando para nosotras, para despertarnos en el sueño.
Este sueño es visto en los ciclos de la Abuela Luna y en mujeres que se unen
a otras mujeres y juntas reconocen el ciclo de la Abuela Luna en los ciclos mensuales,
que vienen juntas y comparten en las costumbres de la mujer sagrada,
en quienes se conectan unas con otras y ovulan y sangran juntas.
Este sueño es visto en las hermanas de círculos lunares.
Sister Moon Lodge-Kisma.