Según los kabbalistas, Virgo es un mes de limpieza espiritual específicamente diseñado para darnos la oportunidad de presionar el botón de "borrar" en las cosas negativas que puede que hayamos hecho o dicho el año pasado.
En este espíritu, quisiera invitarte a que me acompañes en 30 Días de Palabras Amables. Durante los próximos 30 días, comenzando hoy hasta el primer día de Rosh Hashaná, usemos nuestras palabras sólo para hablar bien de otros. Si mencionamos a una persona en una conversación encontremos algo bueno que decir o escojamos no decir nada en absoluto.
Las palabras son una de las herramientas más poderosas que se le ha concedido a la humanidad: Podemos usarlas para elevar, enriquecer, y nutrir la vida a nuestro alrededor o podemos usarlas para destruir, separar, y perpetuar el odio. Se dice que hay ángeles que escriben todas las palabras que decimos a diario. Luego, en Rosh Hashaná (los dos días que marcan el inicio del nuevo año para la humanidad), todas nuestras palabras se pesan para medir lo negativo y positivo, y nuestro año nuevo se planea de acuerdo a esto.
No tenemos idea de la cantidad de bien que podemos atraer para nosotros mismos
y para otros para el año que viene simplemente embarcándonos
en este pequeño ejercicio.
¿Qué tan difícil puede ser, verdad?
Sólo di cosas agradables y todo se te devolverá multiplicado.
Actualmente el mundo está envuelto en oscuridad, con manchas en todo el mundo. Cada uno de nosotros es una vela con la Luz de nuestra alma. Mientras que una vela puede traer una pequeña cantidad de luz a una habitación oscura, miles y millones de velas pueden eliminar completamente la oscuridad.
A través de nuestros propios esfuerzos de ser cuidadosos al escoger
sólo palabras positivas cuando hablamos de otros
y esforzarnos por otros, incluso en cosas pequeñas,
podemos traer más energía positiva al mundo
que lo necesita desesperadamente.
Si quieres, comparte este mensaje con un amigo...
cuando le damos algo que apreciamos a aquellos que amamos,
es mucho más satisfactorio que mantenerlo para nosotros solos.
Karen Berg.