martes, 23 de julio de 2013

Preciosa Configuración del Cielo y Sus Energías Que nos Ayudan a "Ser"


La actividad astrológica de estas pasadas y próximas semanas es tan poderosa que vale la pena hacer una pausa para reconocer el paisaje por el que hemos caminado y estamos caminando, ya que este es el marco y el contexto en el que la Luna Llena de ayer se expresa. 

Por un lado , en estos pasados dos días hemos estado atravesando el Gran Trino de agua entre Saturno en Escorpio, Neptuno en Piscis y Júpiter en Cáncer cuya influencia es una semilla para los próximos doce meses, tiempo en que Júpiter transita por la constelación de Cáncer. Mercurio recuperó su marcha directa en Cáncer y formará un segundo Gran Trino de agua con Chirón (el sanador herido) en Piscis y con el Nodo Norte de la Luna (el futuro) en Escorpio. Marte, también en Cáncer, hace una conjunción con Júpiter y hará una oposición con Pluto en Capricornio y una cuadratura con Urano en Aries. Para concluir, Urano acaba de comenzar su movimiento retrógrado en Aries hasta Diciembre de este año. El Sol acaba de hacer su entrada en el signo de Leo y acabamos de cruzar el umbral de la Luna llena en Acuario.

Saturno en Escorpio nos empuja a soltar. Este es un periodo en que podemos conectar con sentimientos de pérdida, a la vez que intuimos y sentimos de manera muy potente la fuerza de algo nuevo que se quiere expresar, que quiere nacer. Saturno en Escorpio nos habla de nuestras resistencias a soltar el pasado y a quedarnos atrapados en dramas o nudos emocionales que no nos permiten abrazar la fuerza evolutiva y renovadora que está a nuestra disposición. Si las emociones relacionadas a los roles de víctima -a las relaciones familiares que nos colocan en lugar de niños y niñas heridos, en la carencia, el desamor, la soledad, el abandono, el rechazo, el rencor, el abuso- nos siguen influenciando, es tiempo de soltar, de dejar espacio para que el agua purificadora de lo nuevo se abra paso. Bajo esta astrología no hay escusa para no movernos, para no soltarnos al fluir de lo que verdaderamente sentimos y deseamos.
Las ataduras del pasado se desvanecen y se deshacen ante la potencia del agua transformadora y sanadora. Este es un tiempo en que tenemos una maravillosa oportunidad evolutiva de expandir nuestra conciencia y nuestra maestría emocional. Saturno en Escorpio nos enseña a madurar emocionalmente y a crecer, y eso puede implicar un proceso en que se pueden hacer visibles nuestras resistencias a que algo muera en nosotros. En este proceso lo que aprendemos es a dejar ir las capas falsas que hemos adoptado como máscaras protectoras, corazas emocionales, que nos impiden caminar y expresarnos con autenticidad. En este proceso aprendemos a honrar nuestro poder personal y nuestro camino , dejamos de construirnos para complacer a otros y nos comprometemos a encontrar la voz de nuestro verdadero deseo vital, semilla del propósito con el cual podemos crear una vida más plena y satisfactoria. Esta es nuestra responsabilidad, y para quien quiera dar un salto evolutivo hacia la libertad y hacia la creación de una nueva realidad, este es el momento para decir basta a nuestros patrones repetitivos, basta a las falsas exigencias, basta a las demandas y a la competitividad, basta a la comparación, basta al sacrificio y dar un paso firme hacia lo que nos trae alegría, satisfacción, salud, creatividad, plenitud: todo aquello que despierta en nosotros la gratitud por la vida y el disfrute de vivenciarla plenamente. Este puede implicar dejar un vicio, un hábito, una manera de relacionarnos, una relación, un lugar, un trabajo, una actitud que ya no nos es útil y atrevernos a expresar el cambio y caminarlo.

Saturno en Escorpio nos puede hacer (re)visitar estados psíquicos y olvidados y congelados en el pasado, en algún momento de terror, de trauma, espacios ocultos y secretos que piden conciencia, luz y liberación. Escorpio nos conecta con la muerte pero también a las poderosas fuerzas vitales que despiertan nuestro deseo y engendran el poder de un renacimiento. Cada memoria liberada nos devuelve a la fuerza vital de la existencia, al poder de crecer, a la voluntad de vivir. Este proceso de limpieza y de liberación que Saturno en Escorpio nos ofrece abre un canal para la abundancia de Júpiter en Cáncer y para la fuerza visionaria de Neptuno en Piscis. Sin nuestra voluntad de soltar no podemos abrir espacio para que nuestros sueños y la esperanza germinen hacia la nueva etapa de nuestra vida. 
Chirón en Piscis nos indica que estamos pasando por un proceso de conciencia y recuperación de un trauma espiritual profundo y antiguo. Chirón apunta a una herida psíquica espiritual basada en un engaño ancestral que ha permitido que fuerzas ajenas a nuestro libre albedrío individual hayan manipulado nuestra espiritualidad llevándonos a ser controlados y a entregar nuestra energía a personas que no son dignas de nuestra confianza, sean estos líderes espirituales, religiosos, maestros, gurús. Ya sea a través de los extremos del fanatismo religioso, del escapismo new age, o ya sea a través del ateismo radical , nos hemos separado de nuestra verdad interior en la que cada uno somos dueños de nuestra conexión con la sabiduría, la verdad, el amor, la fuente de la vida.

Este es un tiempo para profundizar en nuestra relación entre espíritu y materia , este es un tiempo para reconocer que cada uno de nosotros somos un canal entre cielo y tierra, y que ser autónomos y maduros emocionalmente implica el dejar de necesitar que otros nos guíen para poder hacernos dueños de nuestro propio destino. Chirón en Piscis nos habla de una liberación sanadora de todo concepto de culpa, pecado y castigo; de todo sentimiento de sacrificio, obligación y servilismo que nos exige entregar nuestra energía, tiempo y dinero sin que sintamos placer, amor, gozo por la vida, abundancia, unión, armonía. Este es un tiempo para interrogarnos sobre nuestro camino espiritual y sobre la autenticidad de nuestros sentimientos con relación a nuestra práctica espiritual. 

Es en este contexto que la Luna llena en Acuario ilumina nuestro camino. El Sol en Leo no habla de que este es un tiempo para fortalecer el coraje y la valentía interna necesaria para expresarnos con autenticidad y sin miedo. Todo el proceso transformador que el agua moviliza, desde lo más profundo de nuestro inconciente hasta la superficie de nuestra conciencia, encuentra su expresión en Leo, en el fuego vital de la voluntad, la valentía y la pasión de SER de este signo. El viaje a las profundidades del pasado tiene una salida en la expresión del presente, en nuestra presencia encarnada en el aquí y ahora. Leo nos invita a ocupar nuestro lugar, nuestro trono interno y a comandar nuestra realidad desde la conquista y la victoria que nuestro proceso de sanación y conciencia nos ofrece. Leo nos trae la energía de nuestra infancia, es decir de la recuperación de nuestra inocencia unida al poder que hemos recuperado para nuestro camino. Este es un tiempo para ser reyes y reinas de nuestro destino y de abrazar el poder de Ser sin miedo a Ser. Leo también nos invita a expresarnos, a que nuestra identidad solar, nuestra expresión más auténtica, se abra paso en actos creativos, en proyectos que expandan hacia fuera nuestra luz. Este es el servicio que Leo nos ofrece el servicio de SER nuestra luz.

La Luna desde Acuario recibe la fuerza de la luz solar de nuestro Yo Soy, reconocido y honrado por nosotros mismos, para darle un lugar un contexto dentro del colectivo, la tribu, el grupo, la familia humana. Esta Luna llena nos invita a celebrar nuestro lugar en la comunidad , a reconocer nuestra aportación dentro del grupo, a valorizar nuestra participación. Este puede ser un tiempo en que nos demos cuenta que los cambios internos que hemos vivido los pasados meses han movilizado en nosotros una nueva expresión personal, una nueva manera de interactuar, que necesita ser recolocada en los espacios colectivos que solemos transitar. Tal vez no nos sentimos reconocidos, o valorados, tal vez la expresión de nuestro Yo Soy quiere crecer y encontrar espacios creativos compartidos que acojan , cuiden y nutran nuestra esencia de una manera más plena. Tal vez nos damos cuenta que necesitamos al grupo, o que tenemos mucho que ofrecer y nos sabemos cómo compartirlo.

Acuario rige el sueño, los anhelos y las visiones de la humanidad. 

Este es un buen tiempo para reconocer cómo queremos y podemos contribuir a este sueño de manera creativa y desde el poder de nuestra expresión personal y singular. 
¿Qué don , talento, idea, proyecto, sentimiento, energía colocamos en el círculo de la vida? 
¿qué paso podemos dar que nos haga ser participantes concientes del gran tejido evolutivo de la humanidad? 
¿qué pasos podemos dar hacia una vida más creativa? 
¿qué podemos hacer para disfrutar más nuestro día a día? 
¿cuál es nuestra contribución?.