Toda forma viva es energía en constante cambio que se manifiesta en la materia
y fluye siempre hacia algo capaz de mayor expresión, desarrollo
y revelación del mundo espiritual.
El hombre verdadero ha sido creado para contribuir a la evolución
de todas las formas vivas y favorecer su capacidad para revelar de modo más perfecto
la verdad que se encuentra en el corazón de Dios.
A través de este hombre especial se expresa la esencia de todos los seres creados,
pero su voz es la del Gran Espíritu, que dice:
"Yo aparezco en la tierra, en el mar, en el aire, en la luz de las estrellas y en el Sol.
Aparezco en las montañas y en la lluvia que refresca el desierto.
Soy la piedra y la estrella.
Soy pájaro y pez, mar y cielo.
Eternamente Uno en Todo, me desdoblo, me multiplico,
me refracto como un rayo de luz a través del prisma de múltiples gotas de agua,
perlas suspendidas en la más alta esfera de la Tierra.
Resplandeciente, vengo a conmover la superficie del mundo material
con un vibrante coro multicolor de hombres y mujeres luminosos,
creados para dotar, a esa danza sagrada de las formas atómicas…
de orden, belleza, gracia y amor".
Del texto: La vuelta de las tribus pájaro, Ken Carey.