martes, 2 de agosto de 2011

Hay Numerosas Culpas Que Arrastramos Y Nos Impiden Triunfar


La primera es haber sido una carga para alguien; es cuando los padres dicen: “por ti dejé de hacer esto”, “me puse a trabajar por tu causa”, “fuiste una cruz para mí”, “me divorcié por tu bien”, “sacrifiqué mi vida por ti” Es un espantoso complejo de culpa que te conduce al fracaso.

La segunda culpa es traicionar a tus padres: “somos católicos y tú te hiciste budista o te casaste con una africana que hacía vudú”, “somos de la extrema izquierda y tú de la ultraderecha”, gran culpabilidad.

La tercera es la de quien decide hacer su vida y no la que sus padres quieren: “te fuiste de la casa, hace tres generaciones que estamos encerrados aquí”. Cuando terminas en la casa paterna, la conviertes en un set cinematográfico porque como no puedes irte al mundo, traes el mundo falso a tu casa. Cuando alguien no consigue irse de las casas de encierro, ellas van devorando y matando a sus habitantes, y la familia va devorando a quien le pertenece.

La cuarta culpabilidad es ser “fundamentalmente malo”: “no eres gentil, eres perezoso, me decepcionaste”. Los que son lentos y están en la pereza todo el día, tienen hijos hiperactivos a los que tienen que gritar: “¡Calma, calma!” Y los que son rápidos tienen hijos lentos y les gritan: “¡Muévete!” Si no eres igual, eres malo.

Tenemos cuatro partes:
la vida intelectual, las ideas, que corresponden en el Tarot a las espadas, al verbo; la vida emocional, las emociones, que corresponden a las copas; la vida instintiva, los deseos, que corresponden a los bastones; y tenemos la vida de las necesidades corporales, que corresponden a los otros, a los dineros. Son cuatro elementos: deseos, emociones, ideas y necesidades. Pero con esos elementos no podemos vivir si no descubrimos el quinto, el fin de todo eso. ¿Y cuál es? No lo sé, lo tengo que descubrir y sentirlo.

Alejandro Jodorowsky.
Imagen: dibujo de Alejandro Jodorowsky y color de Pascale Montandon
Plano Creativo.