miércoles, 10 de agosto de 2011
"El Inconsciente".
INCONSCIENTE: Mundo indeterminado que subyace a la experiencia cognitiva y almacena procesos auto-envolventes sin fin, tanto procedentes del exterior como de la propia alquimia que el sujeto, en general sin pretenderlo, realiza con ellos para producir sus propios productos.
Así como no tiene sentido buscar dónde se encuentra el alma en una persona porque cuerpo y alma son dos procesos de vibración distintos pero que se entrelazan mutuamente en todos las células del cuerpo, parece que tampoco tiene mucho sentido limitar la ubicación del inconsciente solo al cerebro, porque, formado también por miles de reacciones bioquímicas por nanosegundo que desarrollan los impulsos eléctricos que entendemos por emociones, estas pueden quedar albergadas en cualquier parte del cuerpo, la prueba de ello es la propia enfermedad, procesos de distorsión del equilibrio natural provocado por sobrecargas bioenergéticas que pueden localizarse en células de órganos, sistemas o aparatos del cuerpo humano. Otra de las dramáticas pruebas la tenemos en la creación de la célula cancerígena, aquella que por algún íntimo mecanismo nuclear decide cancelar la necesidad o impulso de vivir y en el momento de la división celular la partición del cromosoma no se realiza transmitiendo correctamente la información sino provocando una generación caótica y contraria a su propia naturaleza.
Podríamos decir que allá donde la célula absorbe estímulos emocionales está ese mundo difuso y desconocido llamado Inconsciente, saco sin envoltura que además se conecta con los sacos de otras personas e incluso de toda una colectividad y una cultura, para generar pautas de conducta, condicionamientos programáticos por los que la vida de la persona deja de ser individual para convertirse en una ínfima pieza de un monstruoso engranaje.
Juan Trigo
Imagen: Tania Blanco.
Plano Creativo.