Cuando el futuro discípulo entra en la secta, se le dice: “El Gurú es para toda la vida. Tienes que ser como el perro, aceptar un solo amo. Desde ahora, cesa de buscar conocimientos en otras partes, el Maestro lo sabe todo”. En verdad te prohiben ir a aprender lo que la secta no puede darte. Hay un proverbio africano que dice “La verdad no está en una sola cabeza”. Nadie puede preciarse de saberlo todo. No “se sabe”, se está sabiendo. Hay creencias esenciales para el presente, encarnadas en el Maestro o la Doctrina, pero la misteriosa realidad, continuamente nos está enriqueciendo con nuevos tesoros. Cada día es un banquete de experiencias, iluminaciones, sentimientos, energías, felicidad. Si desarrollamos nuestra percepción, gracias a una atención continua, veremos los innumerables mensajes que florecen en nuestro mundo: a cada ser o hecho que aporta un nuevo conocimiento, los místicos hindúes lo llaman Upa-gurú, es decir, un Maestro efímero, alguien o algo que nos aporta riqueza espiritual y luego desaparece.
Alejandro Jodorowsky, en “Conversación con un maestro perro“.
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Alejandro Jodorowsky en Twitter:
¡Basta de esos gurús que dicen haber matado a su ego! El caballo puede correr como loco, pero no puede escaparse de su cola.
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¿Le crees al “gran Gurú? Te asemejas a un mono salivando porque le dicen que las nubes son plátanos.
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Cuidado con los “Grandes” gurús. Si tienes la cabeza de mantequilla, no te apoyes en un horno.
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¿Le pides al Gran Gurú que te revele la Verdad? Un mendigo que le pide limosna a otro mendigo nunca se hará rico.
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¿Quién Tiene La Clave Para Entrar En El Sistema De Nuestro Cerebro Y Programarlo?
El hombre es un ser obediente y su cerebro es programable, tiende a cumplir órdenes y realizar predicciones, algunas en forma de maldiciones. “No serás nada en la vida”, “nunca encontrarás quien te quiera”, “con ese carácter, nunca tendrás amigos”, “esto no tiene cura”, “en nuestra familia, nadie se hace rico”…
Pero a su sistema no puede acceder cualquiera, sino que son los padres principalmente (y otras figuras* que los representan a ellos o a lo sagrado), los que tienen las claves que permiten introducir una orden que será fielmente cumplida. El cerebro se abre ante los padres y se dispone para obedecer porque nuestro yo más primitivo cree que así se asegura la supervivencia.
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Psicomaldiciones Que Pueden Ser Revertidas.
Estamos muy a tiempo de liberarnos de las psicomaldiciones y vivir nuestra propia vida. Hay muchas vidas dentro de una vida. En cualquier momento podemos modificar las rutas, replantearnos los proyectos, salir de territorio incestuoso, deshacer contratos, reordenar las prioridades, dejar de definirnos por nuestros límites… y hasta darnos el permiso de partir de cero.
“Nuestros padres, abuelos, bisabuelos… nos han cargado ¡toda nuestra genealogía psicológica! En cierto sentido, estamos poseídos. Hay conflictos personales que se deben muy a menudo a algo sucedido en la familia hace cuatro generaciones.
Por ejemplo:
–Una hija oye decir a su madre (como la madre le oyó antes a la abuela): “En esta familia no habrá nunca amor”. La psique de la hija lo lee así: “Debo rehuir el amor, o seré excluida de esta familia” (¡la exclusión es, para la psique, la muerte!). Y esa hija ¡fracasará en todas sus relaciones amorosas.
Son como psicomaldiciones, pero podemos revertirlas.
-Una pareja se peleaba continuamente, y descubrimos que estaban reproduciendo peleas de sus padres. Les pedí que tomase cada uno un gran saco lleno de tomates, con la imagen de sus padres, y que lo insultasen y pegaran hasta saciarse. Con esa salsa les dije que cocinasen unos espaguetis. Su relación mejoró.
–Una chica no se quedaba embarazada. ¿Por qué? Porque su madre veía el embarazo como algo negativo (ella había vivido mal el suyo). Le dije a la chica que se presentase ante su madre con un falso vientre repleto de trigo y le dijese: “Mamá, me siento muy bien así. ¡Bendíceme el vientre!”. La madre rompió a llorar. En ese momento la madre fue consciente de lo que sucedía. Y le bendijo tres veces el vientre a su hija. A la chica le dije que luego debía soltar ese trigo sobre la tierra y plantar unas flores.Ah, al poco tiempo esta chica se quedó embarazada”.
Cristóbal Jodorowsky
