jueves, 18 de septiembre de 2014

"Dieta Oriental: Alimentos para Nutrir la Esencia".


La Medicina Tradicional China está conformada por diversas formas terapéuticas, entre ellas son bien conocidas la acupuntura y la fitoterapia, también diversas prácticas de masajes o terapias manuales. La dietoterapia oriental, es menos conocida, pero es parte determinante para mantener un estado de salud óptimo.
Según la Medicina Tradicional China,
 con el masaje y la acupuntura podemos movilizar y  regular la energía, 
mientras que la fitoterapia y la dietoterapia 
nutrimos y preservamos la esencia.
Cuando nuestra dieta es la correcta, los líquidos circulan con mayor fluidez y logran que los órganos se nutran adecuadamente, nuestras emociones se equilibran y los sistemas fisiológicos funcionan armoniosamente.
La Medicina Tradicional China dispone de varios criterios para la clasificación de los alimentos. Por ejemplo, puede clasificarlos de acuerdo con su sabor y en relación con los 5 Reinos: Madera: ácido, Fuego: amargo, Tierra: dulce, Metal: picante y Agua: salado:
 Madera: Los alimentos ácidos son astrigentes, corresponden al Hígado madre del Corazón, cuando el Corazón va lento, porque le faltan fuerzas, las sustancias ácidas aportan los protones necesarios para el buen funcionamiento del Corazón. Los alimentos ácidos ayudan en el tratamiento del Hígado para drenar y expulsar. El sabor ácido puede dañar el Bazo y Estómago .
 Fuego: Los amargos se corresponden con el Corazón, y tienen la capacidad de estimular la secreción de los jugos gástricos y promover la digestión, favorecen el drenaje y la evacuación, descienden y secan. El sabor amargo puede dañar el Pulmón, también seca y envejece la piel. Si el Bazo padece de humedad, la ingesta de sustancias amargas ayudará a secarlo. Cuando los pulmones padecen una obstrucción en el tracto respiratorio superior, la ingesta moderada de sustancias amargas ayuda a eliminarla.
Tierra: Los alimentos dulces en correspondencia con el Bazo, hacen ascender la energía, lubrican,  hidratan y suavizan la garganta, mejoran la función pulmonar. El sabor dulce puede dañar el Riñón, se dice que el dulce es el ladrón de calcio, por lo que su ingesta puede afectar a los huesos.
 Metal: Los alimentos picantes, Pulmón, estimulan la circulación de la sangre y también de la energía, dilatan los poros, provocan un aumento de la sudoración y favorecen la eliminación de líquidos. El sabor picante puede dañar el Hígado y congestionarlo, creando disfunciones en su metabolismo.
 Agua: Alimentos salados, tomados en cantidades moderadas lubrican y ablandan. Tienen capacidad de retener agua y aportar electrolitos, si se ingieren en cantidad moderada ayudan al Hígado a  realizar mejor sus funciones. El sabor salado aumenta la concentración de sodio en la sangre y aumenta la retención de líquidos, de modo que perjudica al Corazón, que tiene que trabajar más para mantener una circulación fluida y hace que la presión arterial se eleve.
La Medicina China, también sostiene un criterio de clasificación de los alimentos 
de acuerdo con su color.
Los alimentos de color verde desintoxican y depuran, los de color rojo aportan vitalidad y alegría, los amarillos armonizan y equilibran, los de color blanco limpian y purifican y los de color negro astringen y tonifican la esencia.
La MTCh. clasifica además, los alimentos por su propia naturaleza.
Alimentos frescos y fríos hidratan, refrescan, sedan, dispersan y astringen; mientras que los calientes y templados, mueven, calientan, tonifican, llenan y ascienden; en cuanto a los alimentos neutros ayudan a centrar, equilibrar, armonizar y  estabilizar.
A la hora de tratar, se tienen en cuenta todos o alguno de estos criterios, a fin de determinar los alimentos más adecuados para equilibrar al individuo.
Con frecuencia, nuestro estado físico y anímico están estrechamente relacionados con la forma de alimentarnos, una alimentación adecuada y recibir shiatsu con regularidad es una manera óptima de armonizar cuerpo y mente.
Arturo Valenzuela
Imagen: macrosano.com