Te invoco a ti al final de mi día
antes de entregarme al sueño
Espíritu Santo / Gran Espíritu / Universo / Fuerzas de la creación,
mi amado guía.
Mi vida está entregada al propósito de recordar quien soy
y para ello estoy aprendiendo a confiar
siguiendo con la humildad de un niño
el camino que tú me señalas.
Reconozco mis progresos
a pesar de las resistencias que permanecen activas en mi mente.
No me culpo por ello,
porque tu me enseñas a ser gentil y paciente.
Vivo cada día mas consciente de mi voluntad real,
comprometida a poner los medios para alcanzar mi destino
la libertad.
Cada día mi determinación es más firme
me impulsa el superar el aislamiento en el que mis juicios me confinan
y a desear ardientemente trascenderlos,
para que el silencio de mi corazón
revele la paz profunda de mi Ser.
Por mi cuenta no puedo encontrar la verdad
por eso, también en mis horas de sueño
pongo mi vida, mi mente y mi corazón a tus pies.
Entra a mi sueño de oscuridad
y borra todo lo que no es digno de mi Ser real.
Tu me conoces bien.
Tu sabes quien soy.
Sabes que soy una hija del amor.
Libérame del pasado
para poder renacer al eterno presente.
Renuevo ahora y siempre
mi compromiso con el único propósito digno de quien soy
y que otorga a mi vida todo su significado.
Esta es mi voluntad expresada.
que yo recuerde a dios
que abandone la negación
y que esté dispuesta a reestablecer la comunicación con él.
Que su voluntad y la mía se hagan
a través de tu gracia.
Susana Ortiz.
Un Curso de Milagro.
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