miércoles, 26 de febrero de 2014

"Crear Tu Futuro o Simplemente Aceptar". Fernando Malkun.

Imagen Rumi Quotes.

Tu como todo ser humano -en alta consciencia- puedes tomar dos posiciones 
ante tu propio futuro, ante lo que aún no te ha sucedido, 
ante aquello que está por venir:


Una posición de recepción pasiva, en aceptación y con una disposición a gozarte cualquier cosa que la vida pueda traerte. 

Fundamentada en la certeza que todo lo que puede sucederte siempre será perfecto, porque será una oportunidad para aprender. En consecuencia mantienes tu mente en el presente, sin preocuparte por lo que pueda suceder. En esta primera posición el futuro realmente no tiene importancia -solo el presente la tiene- porque depende de las correspondencias y de los eventos de destino que necesitas experimentar para lograr las comprensiones que impulsen tu evolución. Aceptas que no está en tus manos y te despreocupas...

O puedes tomar una posición de creador activo que busca deliberadamente manifestar experiencias para obtener ciertos beneficios.

Adquirir cierta comprensión, desarrollar una habilidad, un don o una virtud, alcanzar un estado de ser, una capacidad de servicio o expresar tu propia esencia, lo que te hace único y original. Vives en una realidad que permanece en cambio constante, tu vida cambia tan pronto terminas el aprendizaje presente. Como aprendiz de creador uno de tus aprendizajes más importantes es aprender a determinar que es lo que se va a manifestar en tu vida. Fundamentas esa posición en la certeza que con tus decisiones y acciones conscientes creas tus experiencias, atraes por sincronicidad de la mente colectiva, las personas y eventos que necesitas para gozarte la vida, aprender y evolucionar. Como creador activo usas las herramientas y las leyes para crear en la realidad. Con ellas puedes modificar tu potencia de ser al escoger darle a una de tus posibilidades inmanifestadas una gran probabilidad de manifestarse. Tu futuro es el campo de experimentación que te dio el universo para convertirte en un creador de realidades perfectas. Solo necesitas aclarar tu propósito para que te motive a establecer una meta y un plan que te permita lograr los beneficios que alcanzarla genera y que sin estos no se producen...

Desde el inicio de la historia, el hombre ha buscado adivinar el futuro o predecir lo que sucederá con anticipación, para obtener ventaja ante la naturaleza o los enemigos. Su propósito no ha sido manifestar algo sino averiguar que va a suceder y solo ha logrado crear conjeturas y teorías sobre el futuro, porque lo inmanifestado no puede medirse, observarse, o saberse con certeza, porque aún no existe. Vives en una realidad subjetiva que depende del sistema de creencias que te instalaron cuando eras un niño y de las comprensiones que has acumulado a través de la reencarnación, de eso depende que te sientas víctima o creador.


Quienes se sienten víctimas es porque tienen muy poca información de sabiduría sobre como funciona la realidad, permanecen resignados e insatisfechos, jamás se les ocurre que sus falsas creencias anularon su poder para manifestar y que por ello su vida se mueve hacia donde sople el viento de las circunstancias. No han comprendido aún, que los cambios siempre son buenos, incluso los que les generan estrés y sufrimiento, porque son los que más los hacen crecer, más elevan su baja auto estima. El cambio les genera incertidumbre y ansiedad, buscan por ello que no suceda, piensan que más vale malo conocido que bueno por conocer, luchan para que todo siga igual, generando una tremenda resistencia que les produce más problemas que el mismo cambio. Son esclavos de la precaución y viven creando fantasías caóticas sobre lo que puede sucederles.


Si en cambio sientes que eres un creador activo, es porque la información que has acumulado a través de la reencarnación te da el poder para crear tu propio futuro. Sabes el poder que adquieren tu intención y tu imaginación, cuando las utilizas en estado alpha, inmediatamente después de hacer una meditación. Esas son las herramientas del creador.

Para manifestar en tu vida, necesitas escoger algo importante, una sola meta clara y concisa, no muchas, porque si pones muchas en competencia disminuyes su probabilidad de manifestarse. Si tienes 7 piedras de 7 colores dentro de una caja, tomar una de cierto color te da una probabilidad en 7, si hay solo dos piedras en la caja tu probabilidad es del 50%, si tienes una sola piedra tu probabilidad de tomarla es del 100%. Comienza entonces por aclarar tu intención, tu propósito central en esta vida, visualiza algo grande que viniste a hacer.


Si no lo tienes claro conéctate con la fuente en una meditación y pide inspiración, te llegará una idea o una visión, dale vueltas en tu mente, escríbela e investiga en internet asociaciones y temas que te ayuden a aclararla aún más. Tener una intención clara, un propósito que lograr en la vida, es lo que activa el proceso creativo. Es algo que justifica el haber encarnado y que en el momento de tu muerte te de la sensación de haber cumplido. Una vez la tengas bien clara, decreta que sucederá, que se manifestará sin importar si no está bajo tu control el que se realice, los recursos y las sincronicidades para lograrlo surgirán como resultado de esa decisión consciente. Rompe las barreras de tus circunstancias presentes, proyéctate más allá de tus condiciones actuales, observa como creas nuevos caminos en tu horizonte. Decretale al universo que esa es tu meta, que la haga suceder. Antes de ese compromiso esa realidad no existía ni siquiera en potencia, al escogerla la siembras como probabilidad en lo inmanifestado.


En esa decisión está la causa, el impulso y la energía para que tu intención se manifieste. Luego imagina como sucede, la imaginación es una forma de energía e información que contiene las semillas de las experiencias futuras. Quien no imagina no manifiesta. Hazlo como un niño que no tiene limites para lo que imagina. Ahora siente que ya se realizó tu intención, siente el gozo de la labor cumplida, observate a ti mismo en la escena y agradece la ayuda que recibiste del universo para lograrlo. Con esa formula de intención clara, meta a lograr e imaginación vívida, siempre amplías las probabilidades que tiene algo para manifestarse.


El siguiente paso es construir un plan objetivo para lograrlo y escribirlo, imaginar los pasos a seguir desde tu realidad presente -sin que esta te limite de ninguna manera- para acercarte poco a poco a la meta trazada. Realiza esta siembra -en el campo de potencialidad de tu mente- sin apegarte ni obsesionarte por lograr el resultado que esperas. Hazlo como el niño que juega sin sentirse forzado a obtener un resultado, no juega por necesidad sino por que es una delicia hacerlo. Meter gol no es el propósito del juego, jugar fútbol para divertirse es el propósito. Ten la certeza que si lo que deseas manifestar no está en contra de tus correspondencias de destino, si no se opone a lo que viniste a comprender, llegará a tu vida. No sientas ninguna ansiedad, suéltalo, recuerda que las cosas, los eventos y las personas solo llegan a tu vida cuando estas listo para ellas, física, sicológica, emocional y mentalmente.

La meta que te trazaste te conducirá a lograr muchas cosas, a obtener muchos otros beneficios en el camino hacia ella. Recuerda que lo importante no es la meta sino el gozarte cada día el camino que te lleva a ella. Tu manifestación más importante es mantener un presente feliz, pleno. Si eres feliz mientras avanzas en la dirección trazada disfrutando del momento presente, es irrelevante si las cosas llegan o no. No le temas ni te des por vencido por los obstáculos que seguramente encontrarás en el camino, son solo oportunidades que te da la vida para fortalecer y perfeccionar tus habilidades creadoras. Por último tienes que ponerle atención diaria a tu intención. En tu meditación diaria recuerda hacia donde te diriges y agradece lo que has avanzado, esto le dará energía al proceso creativo para que crezca fuerte dentro de ti.


Fernando Malkun.