La energía de nuestros hábitos es a menudo más fuerte que nuestra voluntad.
Decimos y hacemos cosas que no deseamos, y más tarde nos arrepentimos. Nos causamos sufrimiento a nosotros mismos y a los demás.
Nos prometemos no volverlo a hacer pero reincidimos nuevamente.
Necesitamos la energía de la plena consciencia para reconocer y estar atentos
a la energía de nuestros hábitos en el momento en que se manifiesta.
.
.La consciencia nos permitirá evitar que los hábitos nos domine.
Bebemos una taza de té pero no somos concientes de que la estamos bebiendo.
Nos sentamos junto a la persona que amamos pero olvidamos que está allí.
En vez de vivir el momento estamos en otro sitio,
pensando en el pasado o en el futuro.
Debemos iluminar con la luz de la consciencia todo cuanto hagamos
.para que la oscuridad que provoca la falta de atención desaparezca.
~ Thich Nhat Hanh ~