Cuanto más profundo y lento es el flujo de la respiración, más se desarrollará tu centro del ombligo. Cada vez que respiras, la respiración llega hasta el ombligo. Si la respiración entra y sale más arriba del centro del ombligo, este centro se va haciendo vago, se va debilitando porque la respiración no le llega...
Cuanto más profunda y armoniosa es la respiración, más sintonizada estará y más aumentará la energía vital en tu interior; se empezará a radiar desde tu ombligo, el cual se convertirá en un centro vivo.
Fisiológicamente, para desarrollar el centro del ombligo lo primero es la respiración. Psicológicamente, hay determinadas cualidades que ayudarán a su desarrollo. Esta mañana os he hablado sobre la ausencia del miedo... Cuanto menos miedosa es una persona, más cerca está de alcanzar el ombligo.
En la educación de los niños, mi sugerencia básica es que nunca habría que decirle a un niño, ni siquiera por equivocación, que no debería salir a la calle porque está oscuro. No os dais cuenta de que estáis perjudicando su centro del ombligo para siempre. No dudes en decirle a los niños que vayan a todos los lugares oscuros; dile que la oscuridad les está llamando... El centro del ombligo de un niño que no se mete en un río se vuelve débil y frágil. Si los niños quieren subir montañas, déjales. Si los niños quieren trepar a los árboles, déjales. Déjales ir a donde puedan experimentar aventuras y valentía...
Es necesario ser valiente,
tan valiente como para ser capaz de enfrentarnos a la muerte.
Osho, Libro del Hara. El viaje al centro del ser.